Apuntando al regreso a la Luna y a la exploración de Marte, científicos están explorando posibilidades como la hibernación humana durante largos viajes espaciales. Aunque esta posibilidad aún parece lejana, Angelique Van Ombergen de la Agencia Espacial Europea (ESA) sugiere que podría ser viable a largo plazo.
En la actualidad, investigadores como Matteo Cerri, neurofisiólogo de la Universidad de Bolonia en Italia, han logrado inducir estados similares a la hibernación en animales que naturalmente no pueden hibernar, como las ratas. Aunque comúnmente se refiere a este estado como hibernación, el término técnico más adecuado sería torpor, caracterizado por una reducción significativa del metabolismo para conservar energía durante periodos de escasez.
Cerri aclara que el torpor en animales puede variar en duración, desde unas pocas horas hasta meses, con períodos de breve actividad cada 24 horas. Este proceso ha demostrado ser beneficioso en estudios con animales, protegiéndolos de varios riesgos similares a los que enfrentarían los humanos en el espacio, lo que hace imprescindible su estudio y comprensión.
Hibernación humana: la alternativa para los viajes espaciales
Dada la hostilidad del espacio para la vida humana, la ESA está evaluando diversas estrategias para facilitar los viajes espaciales de larga duración. Según Van Ombergen, la hibernación podría convertirse en una opción práctica dentro de dos o tres décadas para misiones extensas. Esto no solo ofrecería protección contra problemas como la atrofia muscular y la pérdida ósea, que no afectan a los animales en hibernación, sino que también mitigaría los efectos psicológicos de la soledad y el confinamiento.
Los beneficios de inducir un estado de torpor en humanos van más allá de la salud física y mental. Desde una perspectiva logística y económica, reduciría significativamente la necesidad de recursos como agua y alimentos, disminuyendo tanto el peso necesario para los suministros como los costos asociados. Cerri menciona que el estudio del torpor podría permitir aplicaciones selectivas, como mantener activos los músculos o proteger contra la radiación sin necesidad de inducir el torpor en todo el cuerpo.
La comprensión de cómo iniciar y detener este estado es crucial. Cerri y su equipo han descubierto que ciertas moléculas pueden “apagar” grupos de neuronas para inducir el torpor, mientras que la combinación de medicamentos con hipotermia muestra potencial para reducir el metabolismo de los tejidos. Este conocimiento es relevante para los viajes espaciales y podría tener aplicaciones médicas en la Tierra, como prolongar la vida de pacientes en espera de trasplantes o ralentizar el crecimiento de tumores.
La investigación sobre el torpor abre nuevas posibilidades para los viajes espaciales, sino que también podría proporcionar insights valiosos para tratar enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer. El estudio de cómo los animales regresan a la normalidad tras períodos de torpor podría revelar mecanismos para restaurar la función cerebral, lo que sería un avance significativo en el tratamiento de estas condiciones.
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Fuente: forbes.com.mx
Foto: shutterstock