ITER completa el sistema de imán pulsado de gran potencia para la generación de energía de fusión

Desde 2023, ITER promueve la colaboración industrial mediante iniciativas de transferencia tecnológica, cadenas de suministro abiertas y talleres conjuntos.
El ensamblaje del sistema de imán pulsado en el proyecto ITER

El proyecto ITER ha logrado completar la instalación del sistema de imán pulsado más grande jamás construido. Dicho conjunto forma parte de la pieza central del reactor Tokamak, ubicado en el sur de Francia, y está compuesto por múltiples componentes fabricados por Estados Unidos, Rusia, Europa y China.

El ensamblaje del sistema de imán pulsado

El sistema incluye el solenoide central, un imán cilíndrico de 18 metros de altura y 1.000 toneladas de peso, posee las capacidades de generar un campo magnético de 13 Tesla. Este elemento fue construido en Estados Unidos con superconductor de niobio-estaño suministrado por Japón, es vital para iniciar y mantener la corriente de plasma que alcanzará los 150 millones de grados Celsius.

Junto a él operan seis imanes de campo poloidal en forma de anillo (fabricados por Rusia, Europa y China) que estabilizan y confinan el plasma dentro de la cámara. Además, 18 bobinas de campo toroidal, desarrolladas por Europa y Japón, logran la generación del campo magnético que mantiene el plasma en su trayectoria circular. Todo el sistema es mantenido a temperaturas criogénicas mediante helio líquido.

Desde componentes superconductores hasta estructuras de soporte, el proyecto ha movilizado a cientos de empresas en tres continentes. Europa, como anfitrión, ha financiado el 45 % del costo, mientras que otros seis miembros (China, India, Japón, Corea, Rusia y EE. UU.) contribuyen con el 9 % cada uno. Todos los miembros comparten el 100 % del conocimiento generado.

En resumen, estás han sido las contribuciones generales: Estados Unidos ha entregado el solenoide central y el exoesqueleto que lo sostiene. Rusia ha fabricado imanes poloidales, barras colectoras y grandes volúmenes de material superconductor.

China ha desarrollado bobinas correctoras y alimentadores magnéticos. Japón ha participado en la producción de superconductor para imanes toroidales y Corea ha construido los escudos térmicos y herramientas de ensamblaje. Por su parte, India, ha fabricado el criostato que protege y recubre el Tokamak.

Una vez operativo, ITER espera producir 500 megavatios de energía de fusión utilizando solo 50 megavatios de entrada, multiplicando por diez el rendimiento energético, dejando un claro ejemplo de cooperación científica internacional.

Lo que hace único al ITER no es solo su complejidad técnica, sino también el marco de cooperación internacional que lo ha sostenido a través de panoramas políticos cambiantes.

Pietro Barabaschi, Director General del ITER.

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Fuente y foto: EurekAlert