La apuesta india por el gas natural como combustible de transición responde a una paradoja compleja.
Nueva Delhi. La tercera economía más poblada del planeta ha trazado una ruta pragmática hacia la descarbonización. India se propone más que duplicar su infraestructura de gas natural comprimido (GNC) durante los próximos cinco años, llevándola de 8.150 estaciones actuales hasta 18.000 para el año 2030.
Esta expansión forma parte de la iniciativa «Una Nación, Una Red de Gas«, un proyecto gubernamental que busca interconectar todo el territorio mediante un sistema unificado de distribución gasífera.
Aunque el país del sur asiático es el tercer mayor emisor global de gases de efecto invernadero, sus emisiones per cápita apenas alcanzan las 2 toneladas de CO₂ anuales, muy por debajo del promedio mundial de 4,7 toneladas. Con 1.400 millones de habitantes y una demanda energética que se duplicará para 2047, India enfrenta el reto de electrificar su economía sin comprometer su desarrollo.
El ministro de Petróleo y Gas Natural, Hardeep Singh Puri, subrayó que este crecimiento acelerado contrasta radicalmente con el panorama de 2014, cuando el país apenas contaba con 738 estaciones de GNC. «Este es el plan de la visión de Bharat del Primer Ministro Narendra Modi», afirmó el funcionario, enfatizando que el combustible limpio GNC ya abastece autobuses, taxis y vehículos particulares en las principales urbes.
La Arquitectura de una trasformación silente
La transformación no se limita a las estaciones de servicio. La red de distribución de gas urbano pasó de 55 áreas geográficas autorizadas en 2014 a 307 zonas en 2025, cubriendo el 99% de la población y el 96% del territorio nacional. Esta capilaridad ha permitido que 1,52 millones de hogares accedan actualmente a conexiones de gas natural canalizado (PNG), reduciendo la dependencia del carbón y la leña para cocinar.
El sistema está respaldado por una columna vertebral de 25.429 kilómetros de gasoductos, cifra que se proyecta alcanzará los 33.475 kilómetros en 2030. Esta infraestructura vertebra el flujo de combustible desde las terminales costeras hasta comunidades remotas del interior, democratizando el acceso a energía más limpia.
Biogás Comprimido: El aliado estratégico del GNC
Paralelamente al gas fósil, Nueva Delhi está potenciando el biogás comprimido (CBG) como alternativa renovable. Actualmente operan 113 plantas de CBG y otras 78 se encuentran en fase de desarrollo. El objetivo oficial establece que la mezcla de CBG pasará del 1% en 2025 al 5% en 2028, permitiendo convertir residuos orgánicos en combustible útil.
La Junta Reguladora de Petróleo y Gas Natural (PNGRB) ha establecido metas ambiciosas: alcanzar 126,3 millones de conexiones domésticas de gas canalizado y más de 18.000 estaciones de GNC para 2034. Para lograrlo, el organismo regulador está presionando a los estados para que armonicen sus políticas tributarias y reduzcan los impuestos sobre el gas natural, incentivando así su adopción masiva.
Entre el carbón y el futuro verde
A pesar de estos avances, India sigue dependiendo críticamente del carbón, que representa más del 74% de su generación eléctrica y alimenta sectores clave como la siderurgia y el cemento. Esta realidad sitúa al gas natural (GNC) como un combustible puente: menos contaminante que el carbón, pero más accesible económicamente que las renovables a gran escala.
Según datos oficiales, la capacidad eléctrica instalada total de India alcanzó 476 giga vatios en junio de 2025. De ese total, 240 GW provienen de energía térmica (50,52%), mientras que las renovables aportan la otra mitad. Esta distribución refleja la estrategia gubernamental de diversificar la matriz sin desmantelar abruptamente la infraestructura existente.
Infraestructura energética India
El plan de expansión gasífera enfrenta desafíos estructurales. El almacenamiento de energía renovable sigue siendo insuficiente con apenas 505 MWh de capacidad actual, y la construcción de baterías a gran escala depende críticamente de tierras raras controladas en un 70% por China, rival estratégico de India.
Además, el país debe cumplir con su compromiso de reducir las emisiones en un 45% para 2030 mientras su demanda eléctrica continúa escalando. El gas natural GNC, aunque más limpio que el carbón, sigue siendo un combustible fósil y su expansión debe calibrarse cuidadosamente para no comprometer las metas climáticas de largo plazo.
Fuente: The Tribune