First Quantum Minerals Ltd. planea iniciar conversaciones con el nuevo presidente electo de Panamá, con la esperanza de resolver el conflicto que ha llevado al cierre de la mina Cobre Panamá. En consecuencia, la compañía busca reabrir negociaciones que habían sido estancadas bajo la administración anterior. La mina tiene un valor estimado de 10 mil millones de dólares y fue clausurada el año pasado después de varios meses de disturbios civiles.
Futuro de la mina Cobre Panamá en juego
First Quantum Minerals manifestó su disposición para trabajar en conjunto con el gobierno entrante para hallar una solución que beneficie a Panamá, según declaraciones emitidas el pasado lunes. Mulino asumirá oficialmente su cargo el primero de julio de este año.
La paralización de la mina en diciembre fue una decisión del presidente saliente, Laurentino Cortizo, quien ordenó el cierre tras un fallo del Tribunal Supremo que anuló el contrato de operaciones de la empresa. El cese de actividades en Cobre Panamá, que contribuía con el 5% del Producto Interno Bruto del país, ocasionó una considerable pérdida, reduciendo a más de la mitad el valor de mercado de First Quantum.
A pesar de la victoria electoral de Mulino, que podría considerarse un punto a favor para la empresa minera, el analista del Royal Bank of Canada, Sam Crittenden, señaló que aún persiste incertidumbre sobre el futuro de la mina. Así mismo, indicó la necesidad de mejorar la imagen pública de la minería y de negociar efectivamente con el nuevo gobierno antes de cualquier posible reapertura.
Desafíos y oportunidades
Por su parte, Shane Nagle, analista del National Bank of Canada, argumentó que el resultado de las elecciones no necesariamente aceleraría las discusiones para reabrir la mina, citando declaraciones recientes del ministro de Comercio, Jorge Rivera, quien expresó dudas sobre la capacidad de la empresa para operar durante el cierre.
La reapertura de Cobre Panamá no solo significaría la reactivación de un activo económico vital para Panamá, sino también podría servir como un caso de estudio para la gestión de conflictos socioambientales en la industria minera a nivel global. El abordaje que tome el nuevo gobierno podría establecer un precedente sobre cómo se equilibran los intereses económicos con las preocupaciones ambientales y sociales en futuros proyectos mineros.
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Fuente: bloomberglinea
Foto: Shutterstock
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