Ingenieros australianos han hecho un descubrimiento que promete transformar el sector de la construcción: el uso de fibras de alfombra recicladas para mejorar el hormigón. La Universidad RMIT, junto con otros socios estratégicos, ha demostrado que estas fibras pueden aumentar la durabilidad y prevenir el agrietamiento temprano hasta en un 30%.
Proceso del hormigón con las fibras de alfombra recicladas
La investigación ha demostrado que las fibras de alfombra recicladas también mejoran notablemente la resistencia estructural del hormigón. Estas actúan como refuerzos que, al ser incorporadas en la mezcla de concreto, crean una red interna que distribuye las tensiones de manera más eficiente.
El equipo utilizó fibras de alfombra que fueron previamente procesadas y recicladas, las cuales son generalmente desechadas o mal gestionadas en vertederos. Al integrarlas en la mezcla de concreto, se logró una reducción en la contracción por secado del material, una de las principales causas de las grietas en las primeras etapas de curado.
El proceso experimental implicó la creación de varias muestras de hormigón que incorporaron diferentes tipos de materiales textiles reciclados, incluyendo fibras de alfombra, y compararon su comportamiento con los estándares tradicionales. Los resultados mostraron que las losas de concreto reforzadas con fibras de alfombra presentaron una mayor resistencia a la tracción y una capacidad superior para resistir las tensiones que provocan las grietas.
Este avance se logró mediante el uso de una técnica específica de adición de fibras que mejora la cohesión interna del hormigón, permitiendo que el material soporte más carga sin fracturarse. Además, las muestras cumplieron con los estrictos estándares de ingeniería en Australia y demostraron un rendimiento ambiental sobresaliente, ya que contribuyen a reducir los residuos textiles, un desafío creciente en la actualidad.
Una solución sostenible y eficaz
La investigadora principal, la Dra. Chamila Gunasekara, explicó que las fibras de alfombra desechadas son un recurso valioso. “Podemos utilizar estas fibras para aumentar la resistencia del concreto en un 40% en tensión, reduciendo significativamente los problemas de contracción y mejorando la integridad estructural“, mencionó.
La investigación, además de abordar problemas estructurales, propone una alternativa sostenible para el manejo de residuos textiles. Australia enfrenta un desafío ambiental considerable con el consumo de textiles, y este avance podría cambiar las reglas del juego.
El equipo de la Universidad RMIT trabaja en estrecha colaboración con entidades como Textile Recyclers Australia y Godfrey Hirst Australia. Ensayos de campo y modelado computacional en asociación con expertos internacionales están sentando las bases para la adopción global de esta tecnología. Por último, las pruebas han confirmado que los materiales reforzados con fibras cumplen con los estándares de ingeniería de Australia, destacando su potencial para aplicaciones reales.
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Fuente y fotos: RMIT University