Una nueva máquina móvil está transformando la forma en que se reconstruyen edificios después de desastres. A diferencia de los métodos tradicionales, esta avanzada fábrica crea “ladrillos sin mortero”, es decir, convierte los escombros de estructuras destruidas en ladrillos modulares que se ensamblan sin necesidad de mortero, semejantes a las piezas de Lego.
Esta tecnología promete ser una solución clave para reconstruir viviendas e infraestructuras en áreas devastadas por conflictos y desastres naturales. Tras años de desarrollo, la primera unidad de esta fábrica móvil se dirige a Ucrania, con el objetivo de contribuir a la restauración de la región afectada por la guerra.
Ladrillos de escombros para zonas de desastre
Por otro lado, Australia Occidental continúa destacándose como un centro de innovación en el ámbito de la construcción con ladrillos. Recientemente, el robot de construcción más rápido del mundo, creado por FBR en Perth, llegó a Estados Unidos. Ahora, la empresa Mobile Crisis Construction (MCC) ha lanzado una solución igualmente ambiciosa desde la misma región. Con la creciente frecuencia de desastres naturales a nivel mundial, esta tecnología tiene un potencial significativo para enfrentar los retos de reconstrucción.
La fábrica móvil de MCC, que se transporta en un contenedor estándar de 3 metros, está diseñada para desplegarse rápidamente en zonas afectadas. Aunque no es completamente autónoma, requiere un generador diésel y un molino de martillos para procesar escombros y otros desechos, transformándolos en un polvo fino. Este polvo se mezcla con una pequeña cantidad de cemento y agua para fabricar ladrillos. Además de escombros, la fábrica puede utilizar desechos plásticos, vidrio y residuos mineros.
Una vez en funcionamiento, la planta tiene la capacidad de producir hasta 8.000 ladrillos por día, conocidos como “bloques de crisis” o “bloques LayGo”. Esta producción diaria es suficiente para construir una escuela, tres casas grandes o diez casas pequeñas cada semana. Los ladrillos modulares, con un diseño entrelazado, permiten ensamblar estructuras sin mortero, lo cual es especialmente útil en áreas con escasez de este material.
Ladrillos sin mortero y su impacto en la reconstrucción
Estos ladrillos están disponibles en varios tamaños y pueden adaptarse para distintos usos, incluyendo la producción de adoquines para pavimentos. Los bloques requieren siete días para curarse y alcanzar su resistencia máxima en 28 días. Su diseño modular permite que sean colocados fácilmente por trabajadores no especializados, y las varillas de refuerzo integradas ofrecen una resistencia adicional contra terremotos, incendios y ciclones. Según MCC, estos bloques ofrecen un rendimiento superior al de las mamposterías tradicionales.
Sin embargo, la construcción completa de edificios aún requiere trabajos adicionales como la instalación de pisos, techos, plomería y electricidad, que deben ser realizados por profesionales locales y ONGs. El costo de llevar una de estas fábricas a Ucrania es de 120.000 dólares australianos (79.000 dólares estadounidenses).
Después de un exitoso esfuerzo de financiación colectiva, la primera unidad ya está en camino para apoyar la reconstrucción en áreas seguras cerca de Kiev, con planes de expandir sus operaciones según se disponga de más fondos. Las donaciones para esta causa, realizadas a través del sitio web de MCC, son deducibles de impuestos en Australia, ya que la organización es una entidad benéfica registrada.
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Fuente y foto: newatlas
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