El gigante energético noruego Equinor ha tomado la decisión de cerrar su oficina en Hanoi y retirarse del mercado eólico marino de Vietnam. Esta medida se registra como la primera vez que Equinor, cierra una oficina internacional dedicada exclusivamente a la energía eólica marina.
El cierre del mercado eólico marino de Vietnam
La decisión de Equinor se produce ante la creciente inestabilidad política en Vietnam, que incluye una lucha interna dentro del Partido Comunista de Vietnam y una reciente inclinación del país hacia China. Estos factores externos, combinados con una revisión periódica de la cartera de activos renovables de Equinor, llevaron a la empresa a reconsiderar su presencia en el país asiático.
A pesar de que Vietnam no cuenta actualmente con proyectos de energía eólica marina en operación, el país ha establecido objetivos para instalar 6 GW de capacidad eólica marina para 2030, con el fin de reducir su dependencia del carbón y avanzar hacia emisiones netas de carbono cero para mediados de siglo. No obstante, los proyectos en el país enfrentan desafíos, incluidos problemas legales e incertidumbres regulatorias, llevaron a la empresa danesa Ørsted a pausar sus planes de desarrollo en Vietnam el año pasado.
Equinor ha estado en un proceso de revisión de su portafolio, lo que ha resultado en la salida de más de una docena de países en relación con proyectos de combustibles fósiles, a medida que la empresa se enfoca cada vez más en energías renovables. A pesar de su retiro de Vietnam, Equinor sigue comprometida con la expansión de sus operaciones en el sector eólico marino en otras partes del mundo.
El impacto energético en Vietnam
En su página web, Equinor había descrito a Vietnam como un país con “uno de los mejores recursos eólicos de Asia“. Sin embargo, la agitación política y las dificultades regulatorias han demostrado ser obstáculos significativos que la empresa no está dispuesta a superar en este momento.
La salida de Equinor genera un retroceso para el mercado eólico marino de Vietnam, un sector que muchos veían con un gran potencial. Por otra parte, la decisión de la empresa noruega ha sido tomado y subraya los desafíos inherentes a la expansión de proyectos de energía renovable, bajo entornos políticos y regulatorios inestables.
A medida que Vietnam continúa trabajando para alcanzar sus objetivos energéticos, la salida de Equinor podría tener implicaciones para la futura inversión extranjera en el sector. No obstante, el país sigue comprometido con sus metas a largo plazo, y ver cómo se desarrollan los acontecimientos en el sector energético vietnamita en los próximos años.
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Fuente: Energy Central
Foto: © Equinor