El pasado 15 de noviembre, se anunció una inversión de 2.000 millones de libras para la construcción de Eastern Green Link 1 (EGL1), un proyecto de infraestructura energética que conectará Escocia con el norte de Inglaterra a través de un cable submarino y subterráneo de 196 km. Esta superautopista eléctrica permitirá transportar 2 gigavatios de energía eólica, ayudando a reducir las facturas de los consumidores y fortaleciendo la seguridad energética.
Los avances de la “autopista eléctrica”
El Operador Nacional del Sistema Energético (NESO) ha identificado a EGL1 como un componente esencial en la hoja de ruta hacia un sistema energético limpio para el año 2030. Con una capacidad para alimentar millones de hogares, el proyecto incentivará la transición hacia energías renovables. La mayor parte del cable se instalará bajo el Mar del Norte, mientras que los tramos restantes estarán enterrados para conectar a las subestaciones en Torness y Hawthorn Pit.
Además de impulsar la sostenibilidad, EGL1 ayudará a disminuir la dependencia del gas importado y a ahorrar más de 870 millones de libras al año, evitando pagar compensaciones a generadores eólicos. Según Beatrice Filkin de Ofgem, el proceso acelerado de inversión permite avanzar sin comprometer la calidad ni los beneficios económicos.
Este es solo uno de los 26 proyectos críticos acelerados bajo el marco ASTI de Ofgem, diseñado para reducir los tiempos de construcción y asegurar que Gran Bretaña logre sus objetivos de energía renovable en 2030. Con múltiples proyectos en marcha, la visión de un Reino Unido impulsado por energía eólica marina está más cerca de hacerse realidad.
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Fuente: Ofgem
Foto: Shutterstock