Un avance significativo en la tecnología de drones ha sido logrado por investigadores de la Universidad del Sur de Dinamarca. Estos drones, diseñados para el mantenimiento de infraestructuras críticas como las líneas eléctricas, ahora tienen la capacidad de recargar sus baterías directamente desde estas líneas.
Tradicionalmente, las compañías de distribución eléctrica y operadores del sistema como Red Eléctrica han utilizado drones para inspeccionar líneas eléctricas, aprovechando la videografía para identificar fallas de manera eficiente. La innovación reside en que estos drones no solo pueden identificar problemas sino también operar de manera indefinida al engancharse a las líneas eléctricas y recargar sus baterías en el acto.
Este sistema autorrecargable es completamente autónomo y puede sostener operaciones prolongadas sin intervención humana, equipado con tecnología avanzada de navegación y percepción para detectar y acercarse a las líneas eléctricas. Una vez en posición, un mecanismo de sujeción se activa para conectar el dron al cable, mientras un controlador regula el campo magnético para asegurar tanto la recarga de la batería como la estabilidad del dron durante el proceso.
Drones que se recargan en las líneas eléctricas probados en entornos reales
La implementación de esta tecnología ha sido probada en entornos reales, demostrando la posibilidad de realizar tareas de mantenimiento continuo por periodos extensos, lo que representa un avance significativo hacia la autonomía operativa prácticamente ilimitada. Este sistema no solo optimiza el tiempo y reduce los costos asociados con el mantenimiento de las líneas eléctricas, sino que también promete mejorar la eficiencia energética y la sostenibilidad de estas operaciones esenciales.
Este desarrollo abre la puerta a nuevas aplicaciones y mejoras en el campo de los drones autónomos. No solo en el mantenimiento de infraestructuras sino también en áreas como la agricultura, la seguridad, y la investigación ambiental, donde operaciones prolongadas sin recargas pueden ser cruciales.
La capacidad de operar de manera ininterrumpida podría llevar a una revolución en cómo monitoreamos y mantenemos no solo nuestras redes eléctricas, sino también nuestros ecosistemas, ciudades, y más allá, marcando el inicio de una nueva era en la robótica autónoma.
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Fuente: elperiodicodelaenergia.com
Foto: shutterstock
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