Venus Aerospace ha realizado un vuelo inaugural con un dron supersónico, diseñado para ser impulsado por un innovador motor de cohete de detonación giratoria (RDRE) en futuras pruebas. Este proyecto, destinado a finalizarse luego de 2035, marca un punto de inflexión en la exploración de nuevas tecnologías de propulsión.
Desde la década de 1950, la aviación militar de EE.UU. ha experimentado con aviones supersónicos no tripulados para diversas aplicaciones, desde objetivos de entrenamiento hasta vehículos de reconocimiento. Tradicionalmente, estos drones han dependido de motores a reacción para superar la barrera del sonido. Sin embargo, los recientes avances en diversas áreas tecnológicas han expandido las posibilidades operativas de los vehículos no tripulados, aunque la propulsión seguía siendo la misma.
La prueba del dron supersónico
El cambio propuesto por Venus Aerospace consiste en la implementación de un RDRE en su nuevo dron supersónico, una modificación que promete superar las limitaciones de los motores convencionales. En su vuelo de prueba realizado el pasado 24 de febrero desde una altitud de 3.700 metros, el dron, de 2,4 metros de largo y 140 Kg de peso, alcanzó una velocidad máxima de Mach 0,9, propulsado temporalmente por un motor monopropulsor de peróxido de hidrógeno. Sin embargo, para vuelos futuros, se espera que el RDRE permita alcanzar velocidades supersónicas. A continuación se muestra un video del dron durante su vuelo inaugural.
Primero vuelo del dron supersónico utilizando un motor de cohete de detonación giratoria. Fuente: Venus Aerospace
El RDRE promete ser un 15% más eficiente que los motores a reacción tradicionales, lo que podría traducirse en mayores cargas útiles o velocidades superiores.
Según Andrew Duggleby, director de tecnología y cofundador de Venus Aerospace, la plataforma lanzada desde el aire y el diseño del cohete con ala permitirán validar de manera rápida y económica el RDRE como motor hipersónico. Este enfoque ha generado una cantidad significativa de datos que el equipo utilizará para perfeccionar futuras pruebas.
El objetivo final de Venus Aerospace es desarrollar un avión espacial hipersónico reutilizable, conocido provisionalmente como Stargazer, que podría transportar pasajeros a velocidades superiores a Mach 9. Este avión espacial despegaría de manera convencional y alcanzaría altitudes extremas antes de acelerar a velocidades hipersónicas, potencialmente reduciendo el tiempo de vuelo entre ciudades distantes a solo una hora.
El futuro del RDRE
Mientras que el concepto de viajes hipersónicos de pasajeros aún parece lejano, el desarrollo del RDRE por Venus Aerospace podría tener aplicaciones inmediatas en el ámbito de la defensa.
La capacidad de propulsar drones y posiblemente otros vehículos aéreos a velocidades nunca antes alcanzadas no solo cambiaría las reglas del juego en términos de estrategia militar, sino que también aceleraría el progreso hacia tecnologías de transporte avanzadas. Este proyecto demuestra cómo las innovaciones en propulsión pueden abrir nuevas fronteras, no solo en la exploración espacial, sino también en la defensa y, eventualmente, en la aviación comercial.
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Fuente: newatlas.com
Foto: shutterstock