Desarrollan materiales magnéticos que convierten residuos en agua limpia

El material a base de lino eliminó hasta el 95 % del pentaclorofenol y fue reutilizado durante seis ciclos sin pérdida de eficacia ni fuga de hierro.
Crean filtros magnéticos con residuos agrícolas

La presión creciente sobre los recursos hídricos debido a la actividad industrial ha impulsado la búsqueda de tecnologías sostenibles para el tratamiento de aguas residuales. Investigadores de la Universidad de Dalhousie, en colaboración con la Universidad Agrícola de Shenyang, han desarrollado una solución innovadora basada en residuos agrícolas y forestales para combatir contaminantes altamente tóxicos como el pentaclorofenol.

Biomasa convertida en filtros magnéticos

Mediante un proceso de carbonización hidrotermal, los investigadores transformaron fibras de lino y serrín de eucalipto en hidrocarbones enriquecidos con hierro. Este proceso confiere propiedades magnéticas a los materiales, lo que permite su separación posterior del agua tratada mediante imanes, evitando el uso de filtración convencional.

El resultado: filtros magnéticos o bioadsorbentes que no solo son eficientes, sino también reutilizables. En pruebas de laboratorio, los adsorbentes a base de lino lograron eliminar hasta el 95% del pentaclorofenol presente en muestras contaminadas, mientras que los de eucalipto alcanzaron una eficiencia cercana al 89%. Ambos materiales mantuvieron su rendimiento en seis ciclos de reutilización consecutivos.

Adsorción eficiente, bajo costo y sin riesgo ambiental

Uno de los elementos más destacados del estudio es la estabilidad de los compuestos. No se detectaron fugas de hierro durante su uso, lo que garantiza una operación segura y respetuosa con el medio ambiente. Esta capacidad de adsorción eficaz, combinada con su bajo costo de producción, posiciona a estos materiales como una alternativa atractiva para la depuración de aguas en entornos industriales y agrícolas.

Además de capturar contaminantes, la técnica fomenta la valorización de residuos lignocelulósicos, alineándose con los principios de economía circular. La incorporación de hierro durante el proceso mejora la porosidad y funcionalidad de los materiales, optimizando su capacidad para capturar sustancias persistentes como el PCP.

Una gestión hídrica más sostenible

Este avance demuestra cómo los desechos orgánicos pueden convertirse en recursos tecnológicos clave para enfrentar desafíos ambientales. La separación magnética de los adsorbentes reduce la infraestructura necesaria para su implementación, abriendo la puerta a soluciones escalables en contextos de tratamiento de aguas residuales.

Con este desarrollo, los investigadores apuntan a ofrecer una tecnología que combina sostenibilidad, eficacia y aplicabilidad industrial, sentando las bases para una gestión del agua más resiliente y eficiente. El estudio ha sido publicado en la revista científica Sustainable Carbon Materials, lo que respalda la solidez de los hallazgos y su relevancia dentro de la comunidad investigadora internacional.

Fuente y foto: Universidad Agrícola de Shenyang vía EurekAlert