Los accionistas de la compañía Hess han dado luz verde a la fusión con Chevron, valorada en 53 mil millones de dólares, registrando la segunda mayor petrolera de Estados Unidos, adquiera un activo y obtenga terreno en los grandes hallazgos de Exxon Mobil en Guyana.
La fusión de la compañía Hess y Chevron
El acuerdo aún debe superar la aprobación regulatoria y enfrentar una prolongada disputa de arbitraje con Exxon y CNOOC, socios de Hess en Guyana. Esta fase podría ver su resolución el próximo mes, según Frederic Boucher, analista de arbitraje de riesgos en Susquehanna Financial Group.
El verdadero desafío radica en resolver la disputa presentada por Exxon y CNOOC, quienes afirman tener derecho de preferencia sobre cualquier venta de los activos de Hess en Guyana. Para alcanzar la aprobación, se requería una mayoría de los 308 millones de acciones en circulación de Hess, votando a favor del acuerdo establecido.
Por otro aparte, la aprobación representa una victoria para el CEO John Hess, quien ha puesto vulnerado su reputación y el futuro de la compañía. También esta decisión aborda las demandas de algunos accionistas que buscaban una compensación adicional por los retrasos en el cierre de la venta.
La adquisición y disputa
Mark Kelly, analista de MKP Advisors, señaló que la transacción se concretará si Chevron logra superar el arbitraje con Exxon o llega a un acuerdo. Este voto favorable tiene implicaciones para ambas firmas, porque la adquisición de los lucrativos campos petrolíferos de Hess en Guyana permitiría a Chevron mitigar los riesgos geopolíticos asociados con su proyecto TengizChevroil en Kazajistán, que depende en gran medida del tránsito por Rusia hasta el Mar Negro.
Asimismo, esta adquisición ayudaría a Chevron a contrarrestar los sobrecostos experimentados en sus proyectos de gas natural licuado (GNL) en Australia, afectados por problemas laborales y operativos. Según Allen Good, analista de Morningstar, los activos de Hess en Guyana completarían las reservas de petróleo y gas de Chevron, proporcionando una nueva vía para el crecimiento de la producción, más allá de sus operaciones en Estados Unidos y Asia Central.
Los accionistas de Hess tendrán casi el 15% de Chevron, una compañía mucho más grande, y accederán a un dividendo que es cuatro veces mayor que el de Hess. La aprobación también fortalece la posición de las empresas en cualquier negociación futura con Exxon, que aunque no ha mostrado interés en adquirir a Hess, no ha descartado la posibilidad de ofertar por los activos en Guyana.
Las decisiones de Chevron
Allen Good expresó que aunque Chevron ha superado un obstáculo significativo, la incertidumbre del arbitraje en Guyana persiste. Chevron, por su parte, espera concluir pronto el proceso regulatorio de la FTC y confía en que su postura sobre el derecho de preferencia será confirmada en el arbitraje.
La compañía Exxon posee el 45% del bloque Stabroek en Guyana y opera toda su producción, junto con el 25% de CNOOC, reclama un derecho de preferencia en cualquier venta de la participación del 30% dela compañía Hess.
La firma de asesoría de accionistas Institutional Shareholder Services había recomendado votar a favor de abstenerse y pidió a Hess ofrecer un incentivo a los accionistas debido al retraso en el acuerdo. John Hess dedicó el último mes a persuadir a los grandes accionistas.
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Fuente: The New York Times
Foto: Shutterstock