Un polímero vegetal transforma residuos en plásticos sostenibles

Una fórmula basada en lignina y CO₂ elimina tóxicos del poliuretano sin perder rendimiento ni procesabilidad.
Crean plástico vegetal con lignina.

El plástico vegetal con lignina desarrollado por el equipo del profesor Ho Yong Chung en la Facultad de Ingeniería de FAMU-FSU representa una innovación destacada en materiales sostenibles. A través de un método que combina este biopolímero natural con dióxido de carbono, se logra sintetizar un poliuretano libre de isocianatos, eliminando así compuestos peligrosos del proceso.

El nuevo material conserva las propiedades térmicas, mecánicas y de flexibilidad del poliuretano tradicional, pero con una fabricación más eficiente, menor consumo energético y una menor carga tóxica para personas y medio ambiente

Lignina como fuente de valor

Mientras que la celulosa ha dominado históricamente el aprovechamiento de biomasa, la lignina ha sido en gran parte desechada como subproducto de la industria papelera. El equipo de Chung le ha dado una segunda vida. Este polímero natural, al combinarse con CO₂ capturado, se transforma en una alternativa viable a los plásticos convencionales derivados del petróleo.

La clave del nuevo proceso radica en su eficiencia. Al eliminar el uso de isocianatos, se evita una etapa crítica que hasta ahora limitaba la sostenibilidad del poliuretano. Además, el material resultante se disuelve fácilmente en disolventes comunes, facilitando su procesamiento y reciclaje.

Aplicación, escalabilidad y objetivos industriales

El poliuretano desarrollado tiene múltiples aplicaciones potenciales en aislamiento, recubrimientos y dispositivos flexibles. Su capacidad para soportar altas temperaturas y esfuerzos mecánicos lo posiciona como una solución industrialmente relevante.

Chung destaca que el enfoque del proyecto siempre ha sido escalar la tecnología y acercarla a la producción a gran escala. Gracias al respaldo de la FSU y el apoyo de entidades como el Ejército de EE.UU. y el gobierno de Corea del Sur, el equipo busca transferir este conocimiento desde el laboratorio hacia la industria.

Ciencia con propósito

El trabajo se alinea con una tendencia creciente: sustituir derivados fósiles por materiales de origen renovable. En investigaciones previas, el grupo ya había utilizado lignina para producir policarbonato, y ahora amplía ese horizonte con un material aún más versátil y presente en el día a día.

Este avance no solo subraya el potencial de la lignina como materia prima infrautilizada, sino que también posiciona a la FAMU-FSU como una referencia en el desarrollo de materiales sostenibles de alto rendimiento.

Fuente y foto: Facultad de Ingeniería de FAMU-FSU