El presidente chileno Gabriel Boric advirtió que su gobierno se opondrá con firmeza a cualquier intento de explotación petrolera en la Antártida. Esta declaración surge tras la divulgación de un informe británico que sugiere que Rusia ha descubierto enormes reservas de petróleo y gas en áreas del continente reclamadas por Chile, Argentina y Reino Unido.
Chile se opone a la explotación petrolera
Boric destacó que Chile considera la Antártida como un territorio destinado a la ciencia y la paz, reafirmando su postura en contra de la explotación comercial de minerales e hidrocarburos. Enfatizó que trabajarán conjuntamente con otros países reclamantes y con los firmantes del Tratado Antártico para asegurar el cumplimiento de esta normativa por parte de todas las naciones involucradas.
De acuerdo con el diario británico The Daily Telegraph, legisladores británicos manifestaron sus preocupaciones al gobierno sobre una posible operación petrolera rusa en el continente helado. Según el periódico, la agencia geológica rusa Rosgeo confirmó los hallazgos del buque de investigación polar Alexander Karpinsky en 2020, que indican la presencia de aproximadamente 70.000 millones de toneladas de petróleo y gas bajo la plataforma antártica.
Estas reservas contendrían alrededor de 511.000 millones de barriles de petróleo, cifra que representa aproximadamente diez veces la producción del Mar del Norte en los últimos cincuenta años, según el informe del diario conservador.
Un continente de paz y ciencia
El Tratado Antártico, firmado originalmente por 12 países el 1 de diciembre de 1959, establece que ningún país puede reclamar soberanía sobre el territorio antártico y que la región debe ser dedicada exclusivamente a la paz y la ciencia, prohibiendo así cualquier desarrollo petrolero. Este tratado tiene una vigencia indefinida y no ha sido enmendado, aunque a partir de 2048, cualquier país consultivo podría solicitar una revisión, la cual requeriría aprobación por mayoría relativa.
Aunque la Antártida no está gobernada por ninguna nación en particular, países como Reino Unido, Argentina, Chile, Australia y Nueva Zelanda han presentado históricamente reclamaciones sobre partes de su territorio.
El Tratado Antártico también ha sido fundamental para la protección del medio ambiente en el continente, imponiendo estrictas regulaciones sobre la actividad humana y prohibiendo la introducción de especies no nativas. Además, la colaboración internacional en investigaciones científicas ha permitido importantes avances en el estudio del cambio climático y sus efectos globales, resaltando la importancia de mantener la Antártida como una reserva natural para la ciencia.
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Fuente: dw
Foto: Shutterstock