En su jornada anual para inversores, Chevron Corporation presentó un plan estratégico a cinco años, con el que aspira a sostener un crecimiento sostenido del flujo de caja libre, fortalecer su cartera de activos, avanzar en soluciones energéticas para centros de datos de inteligencia artificial y aumentar las distribuciones a los accionistas hasta el 2030.
El robusto plan de crecimiento sostenido de flujo de caja
La compañía prevé que, con un precio de referencia de 70 dólares por barril de Brent, su flujo de caja libre ajustado crezca a una tasa anual superior al 10%. Bajo el mismo supuesto de precio, Chevron proyecta que sus ganancias por acción aumenten más de un 10% por año.
Estas metas se apoyan en una combinación de disciplina de capital, control de costes y una cartera de proyectos que, según la empresa, ofrece un menor riesgo de ejecución que en ciclos anteriores de inversión.
Como parte de este enfoque, la compañía ha reducido el rango de su guía de gastos de capital a entre 18.000 y 21.000 millones de dólares anuales. La compañía espera mantener, hasta 2030, un punto de equilibrio conjunto entre capex y dividendos por debajo de los 50 dólares por barril de Brent. Adicionalmente, se ha fijado el objetivo de mejorar la rentabilidad del capital empleado en más de tres puntos porcentuales para 2030, manteniendo el supuesto de un Brent a 70 dólares.
En el plano operativo, Chevron proyecta incrementar su producción de petróleo y gas entre un 2% y un 3% anual hasta 2030. La compañía resalta que posee activos de exploración y producción en algunas de las cuencas más prolíficas del mundo, lo que le permite apuntalar ese crecimiento con proyectos de alto margen. La integración de Hess también juega un papel relevante en la mejora de resultados: la empresa espera alcanzar sinergias por 1.500 millones de dólares y lograr reducciones de costes estructurales de entre 3.000 y 4.000 millones de dólares para finales de 2026.
Por otra parte, la empresa subraya que su división de refinación y petroquímica se encuentra estratégicamente posicionada y en fase de expansión. Dentro de esta área, la compañía prevé que dos importantes proyectos químicos entren en funcionamiento en 2027, contribuyendo a la generación de flujo de caja y a la diversificación de su portafolio industrial en la segunda mitad de la década.
El mensaje hacia los mercados incluye, además, un compromiso explícito con la continuidad del retorno al accionista. La empresa recuerda que, en los últimos 25 años, el dividendo por acción ha crecido a una tasa media de alrededor del 7% anual y que ha recomprado acciones en la mayoría de los años recientes.
De cara a 2030, Chevron espera ejecutar recompras de entre 10.000 y 20.000 millones de dólares por año, asumiendo precios promedio del Brent en una banda de 60 a 80 dólares por barril. Este programa se apoyaría en la generación sostenida de efectivo y en la solidez del balance.
En el frente de las nuevas energías, la compañía remarca que mantendrá un enfoque pragmático y orientado a la rentabilidad. La estrategia se centra en negocios donde puede aprovechar sus capacidades existentes, como los combustibles renovables, el hidrógeno, los proyectos de captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS) y el litio.
Fuente y foto: Chevron