El ejecutivo canadiense manifestó su desacuerdo con la idea de proporcionar apoyo financiero a los futuros proyectos de gas natural licuado (GNL). Jonathan Wilkinson, ministro de Energía y Recursos Naturales en Canadá, comunicó la postura del gobierno contra la concesión de subvenciones para nuevos proyectos de GNL, así como para la electrificación de los que están actualmente en desarrollo.
Este enfoque se alinea con el compromiso del gobierno de mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, estableciendo como requisito que las nuevas propuestas de GNL alcancen un balance neto de emisiones cero para el año 2030.
La postura del gobierno para financiar nuevos proyectos de GNL
Por otro lado, Wilkinson subrayó en CTV la renuencia del gobierno a emplear recursos financieros estatales para respaldar lo que considera subsidios ineficaces a los combustibles fósiles. “La responsabilidad de evaluar la viabilidad económica de estas iniciativas y realizar las inversiones necesarias recae en el sector privado“, argumentó el ministro, resaltando además la importancia de que la producción de GNL utilice fuentes de electricidad renovable para alcanzar los objetivos ambientales propuestos.
Adicionalmente, el primer ministro Justin Trudeau ha señalado los obstáculos económicos para exportar GNL desde la costa atlántica de Canadá hacia Europa, así como la urgencia de reducir las emisiones de carbono en el suministro de energía global como parte de los esfuerzos para combatir el cambio climático. Países como Grecia, Alemania y Japón han expresado su interés en adquirir GNL canadiense, lo que sitúa a Canadá en una posición relevante en el mercado global de energía.
La postura de Canadá surge en un contexto en el que el gobierno de Estados Unidos ha impuesto una moratoria temporal en la aprobación de exportaciones de GNL a naciones sin acuerdos de libre comercio con ellos. Anunciada a finales de enero por el presidente Joe Biden, esta medida ha intensificado las demandas de grupos ecologistas hacia los gobiernos de Columbia Británica y Canadá para adoptar políticas similares, pese a los potenciales desafíos políticos que ello implica.
Recientemente, una alianza de 16 estados estadounidenses, liderados por figuras republicanas, ha desafiado esta medida, argumentando ante el Departamento de Energía (DOE) la falta de sustento jurídico o fáctico de la suspensión y advirtiendo sobre sus posibles repercusiones negativas en la economía. Además, alegan que tal prohibición podría entorpecer los esfuerzos para reducir la dependencia del gas importado de Rusia.
En el marco de estos desarrollos, es relevante considerar el papel creciente de las energías renovables y las tecnologías limpias en el panorama energético global. La transición hacia fuentes de energía más sostenibles no solo responde a la urgencia climática, sino que también representa una oportunidad económica para innovar en el sector energético, creando empleos y fomentando el desarrollo tecnológico.
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Fuente: offshore-technology.com
Foto: shutterstock