El Neoliner Origin, el buque Ro-Ro propulsado por viento desarrollado por Neoline, ha concluido satisfactoriamente su segunda fase de pruebas en el mar. Estas maniobras, llevadas a cabo frente a las costas de Turquía, permitieron validar distintos sistemas operativos, realizar ajustes técnicos y comprobar la eficiencia de navegación bajo condiciones reales.
Durante esta etapa, la embarcación demostró un comportamiento notable al navegar a vela, confirmando tanto su maniobrabilidad como la flexibilidad esperada por sus diseñadores. La tripulación desplegada en Turquía celebró los resultados, conscientes de que estos avances acercan cada vez más la entrega definitiva del primer buque Ro-Ro de vela comercial del mundo.
Un proyecto liderado por marinos mercantes
Neoline fue fundada por un grupo de oficiales de la Marina Mercante francesa, con la visión de reducir significativamente las emisiones de CO₂ del transporte marítimo. Convencidos de que el viento es una fuente de propulsión viable, segura y eficiente, apostaron por un modelo de buque híbrido que combina la capacidad de carga de un Ro-Ro con tecnología de navegación a vela.
Este enfoque permite un ahorro energético sustancial, situando al Neoliner Origin como un referente en eficiencia ambiental dentro de la industria naviera. La construcción del buque está a cargo del astillero RMK Marine en Turquía, donde se han desarrollado múltiples fases de prueba para garantizar su rendimiento.
Últimos pasos del buque RoRo antes de cruzar el Atlántico
A pesar del éxito obtenido, aún restan labores técnicas y ajustes finales previos a la entrega oficial del buque. Estos trabajos buscan afinar cada componente y asegurar el cumplimiento de los estándares exigidos por Neoline en términos de seguridad, rendimiento operativo y sostenibilidad.
Una vez concluida esta fase, el Neoliner Origin iniciará su primera travesía transatlántica, marcando un logro dentro del transporte de mercancías gracias al uso predominante del viento como fuente de propulsión. Esta iniciativa representa un paso decisivo hacia un modelo logístico más respetuoso con el medio ambiente y económicamente viable para rutas oceánicas de larga distancia.
Fuente y foto: Neoline