Un consorcio de empresas de Japón ha iniciado el desarrollo del primer buque propulsado por pellets de madera, alimentado por biomasa (bioship). La tecnología propuesta podría disminuir las emisiones de carbono en un 22% de efectividad.
Un buque propulsado por pellets de madera
Las firmas japonesas NYK Line (NYK), NYK Bulk & Projects Carriers (NBP) y Tsuneishi Shipbuilding se han aliado con la británica Drax Group (Drax) para este proyecto, a través de un Memorando de Entendimiento (MoU), planean tener operativo un biobarco para finales de la década.
El acuerdo implica la creación de una planta de combustible de biomasa a bordo, esencial para la operación del biobarco. Además, las empresas investigarán tecnologías de energías renovables adicionales para reducir costos y emisiones del transporte de biomasa.
Dicha transición de energías, requiere cada vez más pellets de biomasa, principalmente importados de América del Norte. Drax produce estos pellets en Canadá como en el sur de Estados Unidos, y luego, los transporta a Japón a través de NBP.
El impacto ambiental del biobarco
La Drax considera la biomasa, una fuente de energía renovable de bajas emisiones de carbono, y la empresa a la creación de carbono negativo para 2030, y la descarbonización de su cadena de suministro, es sumamente esencial para su objetivo.
Actualmente, los graneleros pequeños con capacidad limitada de tanques de combustible enfrentan desafíos para adoptar combustibles con menores emisiones, como el amoníaco. Aquí es donde el desarrollo de una planta de combustible de biomasa a bordo se torna esencial.
Paul Sheffield, director comercial de Drax Group, destacó la importancia del MoU para desarrollar la tecnología necesaria que establezca metas de descarbonización de Drax, y permita cambiar el panorama del transporte marítimo global.
Implementación de la planta de combustible de Biomasa
Dicha planta usaría un gasificador para quemar biomasa a altas temperaturas, generando gases como monóxido de carbono, hidrógeno y metano. Estos gases, al alimentar un generador, proporcionarían energía suficiente para aliemtar al biobarco.
La transición de combustible tradicional a la biomasa. Fuente: Drax.
Las compañías aseguran que esta tecnología podría disminuir las emisiones de carbono del biobarco en un 22% en comparación con los combustibles fósiles. Tras analizar las plantas de biomasa y sistemas de gasificación, las empresas procederán con un estudio de viabilidad.
De ser exitoso, este proyecto logrará desarrollar el primer buque de “muy bajas emisiones” propulsado un material orgánico, como los pellets de madera, con una fecha de culminación de la construcción del barco para finales del año 2029.
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Fuente y foto: NYK Line