Según Alexandre Silveira, Ministro de Minas y Energía, Brasil está en proceso de establecer completamente su cadena de producción de energía nuclear. Durante un evento en Brasilia, Silveira destacó la necesidad de “sembrar la semilla” para desarrollar industria nuclear y reemplazar las centrales térmicas en áreas remotas con pequeños reactores nucleares.
El ministro resaltó que Brasil es uno de los tres países que posee toda la cadena de producción de uranio, contando con reservas mayores a las de la petrolera estatal Petrobras, según estimaciones recientes. Este recurso posicionaría al país como un líder en el sector energético nuclear.
Enfoque en la tecnología modular para la industria nuclear
Silveira argumentó que los pequeños módulos nucleares son la solución ideal para Brasil, dadas sus características geográficas y de infraestructura. Afirmó la importancia de tomar en serio el desarrollo de esta cadena productiva, la cual, en su visión, representa el futuro de la energía segura y sostenible en el país.
El ministro también mencionó que el país busca inspirarse en el modelo chino para estructurar su propia cadena de producción nuclear, con especial enfoque en los pequeños reactores. Además, una próxima visita a China en junio servirá para profundizar en la comprensión y posible colaboración en tecnologías nucleares.
Actualmente, Brasil invierte cerca de 12.000 millones de reales (aproximadamente 2.400 millones de dólares) en sus centrales térmicas diesel. Sin embargo, con la transición hacia el uso del uranio, se espera una significativa reducción de costos. El interés global en las pequeñas centrales nucleares está aumentando, ya que son vistas como una fuente energética limpia y beneficiosa, libre de emisiones contaminantes.
Potencial de exportación nuclear
Con su vasto recurso de uranio y el desarrollo de tecnologías de reactores pequeños, el pais no solo está en camino de transformar su matriz energética interna, sino también de convertirse en un exportador clave de tecnología y servicios nucleares.
Este cambio beneficiaría la economía local y posicionaría a Brasil como un jugador influyente en el mercado energético global, fomentando colaboraciones internacionales y elevando su perfil en el escenario mundial.
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Fuente: elpais.cr
Foto: shutterstock