Con la entrada en funcionamiento del FPSO Bacalhau, Brasil suma una nueva pieza clave a su infraestructura offshore. Ubicada en la cuenca presal de Santos, esta unidad flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO, por sus siglas en inglés) marca el inicio de una etapa que promete transformar la capacidad operativa de los consorcios energéticos que actúan en aguas profundas.
Diseño y características del FPSO Bacalhau
Diseñado para operar a más de 2000 metros de profundidad y a 185 km de la costa de Ilhabela (São Paulo), Bacalhau tiene una capacidad de producción de 220.000 barriles diarios de petróleo. Su tamaño imponente —370 metros de eslora y 64 metros de manga— lo posiciona como uno de los FPSO más avanzados técnica y ambientalmente.
El FPSO está equipado con turbinas de gas de ciclo combinado (CCGT), un sistema que reduce significativamente la intensidad de emisiones de CO₂, situándola en torno a los 9 kg por barril producido. Este nivel es aproximadamente la mitad del promedio de la industria, lo que posiciona al proyecto como referencia en producción de bajo carbono.
Un consorcio de peso impulsa el proyecto
El campo es operado por Equinor (40%), en asociación con ExxonMobil (40%) y Galp (20%), a través de Petrogal Brasil. También participa la estatal brasileña PPSA. La puesta en marcha del FPSO representa un avance significativo tras 25 años desde la firma original del contrato de concesión para el bloque BM-S-8, con Galp como signatario inicial.
Una vez alcance su capacidad plena, Bacalhau aportará alrededor de 40.000 barriles diarios a la producción de Galp, lo que representa un incremento del 30% en su volumen actual de extracción. Esta mejora convierte a la compañía en uno de los cinco mayores productores de petróleo y gas de Brasil.
Durante su vida útil estimada de 30 años, Bacalhau contribuirá con cerca de 50.000 empleos, de los cuales unos 3.000 se generaron durante la fase de desarrollo. Además, el 60% del trabajo submarino de esta primera fase está en manos de contratistas brasileños, fortaleciendo la cadena de suministro local.
Fuente y foto: Galp