Los investigadores de NIBIO y colaboradores han diseñado una biopelícula con capacidad de transformar dióxido y monóxido de carbono en biometano de alta pureza. Estas finas capas de microorganismos operan en condiciones anaerobias, capturando gases industriales y convirtiéndolos en metano utilizable.
La biotecnología introducir avances de alta calidad
Así mismo, el equipo dirigido por el Dr. Lu Feng documentó en cinco estudios científicos cómo estos sistemas superan el 96 % de pureza en el metano producido. El objetivo está en la bioaumentación, una técnica que introduce microbios metanogénicos específicos para mejorar la conversión de CO₂.
Los reactores de las biopelículas ofrecen una estabilidad notable frente a compuestos que suelen inhibir la metanogénesis, como el sulfuro de hidrógeno y el amoníaco. En pruebas controladas, los sistemas sin biopelículas perdieron hasta un 30 % de metano bajo presencia de H₂S, mientras que los reactores con biopelículas mantuvieron la calidad del gas incluso con concentraciones elevadas.
El uso de reactores AnMBBR permitió además la producción de metano con altos niveles de amoníaco, mediante la presencia de Methanothermobacter, un microorganismo con capacidades de aprovechar hidrógeno y CO₂ para generar combustible.
Las pruebas con gas de síntesis abren la puerta al aprovechamiento de residuos complejos como plásticos y biomasa leñosa. Al añadir hidrógeno suplementario se incrementó la producción de metano, aunque el exceso alteró el equilibrio del proceso, lo que resalta la necesidad de un control preciso a escala industrial.
La biotecnología basada en biopelículas representa una plataforma robusta para valorizar corrientes de gas que afectan al clima y convertirlas en energía renovable, contribuyendo a la reducción de emisiones y fortaleciendo la economía circular.
Fuente y foto: NIBIO