Bechtel inicia la vitrificación nuclear en Hanford con éxito

La planta convierte residuos radiactivos del Proyecto Manhattan en vidrio seguro para su almacenamiento a largo plazo.
Bechtel inicia la vitrificación nuclear en Hanford con éxito

Bechtel, una de las principales compañías de ingeniería del mundo, anunció el inicio de operaciones de vitrificación nuclear en la Planta de Tratamiento e Inmovilización de Residuos (WTP) ubicada en Hanford, Washington. Se trata de la primera vez que se logra transformar residuos de alta peligrosidad en un material sólido, estable y seguro.

¿Qué es la vitrificación nuclear?

El proceso de vitrificación consiste en mezclar los residuos peligrosos con materiales que forman vidrio, como el sílice, y calentarlos a 1.150 °C en hornos especializados de 300 toneladas. El resultado es una masa vitrificada que se vierte en contenedores de acero inoxidable, diseñada para un almacenamiento duradero sin riesgos de filtración.

La razón de usar este método es porque el vidrio es un material muy estable y duradero que atrapa los elementos radiactivos y químicos en su interior, evitando que se filtren al medio ambiente durante miles de años. Es mucho más seguro que tener los líquidos y lodos tóxicos almacenados en tanques viejos que pueden corroerse y contaminar el suelo y agua subterránea.

¿Por qué es importante esta noticia?

Ubicada cerca del río Columbia, la planta WTP busca reducir los impactos ambientales acumulados durante más de 70 años de actividad nuclear en la zona. La planta también representa el resultado de décadas de colaboración entre el gobierno federal, el estado de Washington, científicos y la industria.

Además, la vitrificación es considerada la mejor tecnología disponible para la eliminación segura y a largo plazo de este tipo de residuos.

Próximos pasos

Durante los próximos meses, el equipo de Bechtel continuará con la alimentación de residuos y compuestos vitrificantes a los hornos de fundición, para procesar diariamente un promedio de 5.300 galones de residuos. Los contenedores llenos serán trasladados a la Planta de Eliminación Integrada de Hanford, donde permanecerán almacenados bajo estándares de seguridad rigurosos.

Este proceso continuará durante años, permitiendo la progresiva estabilización de miles de toneladas de residuos radiactivos y químicos. Con ello, se avanza en el objetivo de cerrar uno de los capítulos más delicados de la historia nuclear de Estados Unidos.

Fuente: Bechtel