Inspenet, 16 de agosto 2023.
Aparte de su función de salvaguardar conductos de petróleo y gas en el fondo del mar, el vehículo submarino no tripulado de vanguardia llamado Argus también tiene la capacidad de explorar depósitos de petróleo o gas y llevar a cabo tareas de rescate.
La Oficina Central de Diseño de Ingeniería Marina Rubín ha desarrollado un nuevo vehículo submarino no tripulado para proteger la infraestructura submarina de tuberías. El dron marítimo autónomo no tripulado, conocido como Argus, será presentado por primera vez en el Foro Técnico Militar Internacional Army, que se celebra en Kúbinka desde el 14 hasta el 20 de agosto.
El equipo de prensa de Rubin explicó que si detecta un objeto desconocido cerca de un potencial oleoducto o gasoducto, el dron de 5,6 metros de longitud identificará el objeto como una amenaza y luego transmitirá la información al barco de apoyo.
Una vez que el oleoducto esté instalado, el Argus asumirá la responsabilidad de supervisar su estado técnico, según afirmaron representantes de la compañía. Además, señalaron que el dron tiene la capacidad de detectar posibles escapes de petróleo o gas, así como identificar desplazamientos en las tuberías.
Así mismo, el dron puede desempeñar funciones de exploración de recursos minerales en el lecho marino y llevar a cabo misiones de búsqueda y rescate. Según el fabricante, el Argus, con un peso de 3,2 toneladas, se alimenta mediante una batería de iones de litio y, cuando se encuentra en la superficie, puede emplear dispositivos de radio con enlaces de alta frecuencia, comunicación vía satélite y un sistema de conexión wifi.
Argus surge a propósito de las explosiones del Nord Stream
El desarrollo del dron cobra relevancia especialmente a la luz de las explosiones ocurridas el año pasado que ocasionaron interrupciones en la red de gasoductos Nord Stream.
Estos gasoductos, construidos para transportar gas a través del Mar Báltico desde Rusia hasta Alemania, fueron afectados por explosiones en septiembre de 2022.
La compañía operadora del gasoducto, Nord Stream AG, comunicó que los daños sufridos eran sin precedentes y que resultaba imposible estimar el tiempo necesario para llevar a cabo las reparaciones.
Dinamarca, Alemania y Noruega excluyeron a Rusia de sus investigaciones sobre el incidente, lo que llevó a Moscú a llevar a cabo su propia indagación.
Aunque aún no se han divulgado los resultados oficiales de las investigaciones, el 8 de febrero el periodista estadounidense Seymour Hersh reveló que buzos militares estadounidenses colocaron explosivos bajo los gasoductos rusos durante los ejercicios Baltops de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a mediados de 2022.
Según el periodista, en septiembre, los noruegos activaron los explosivos, ocasionando graves daños en los conductos que enlazan a Rusia con Alemania a través del lecho del Báltico. Hersh destacó que Biden aprobó el acto de sabotaje luego de más de nueve meses de discusiones secretas con su equipo de seguridad nacional.