De acuerdo con un análisis de ECO STOR, los sistemas de almacenamiento de energía en baterías puede suplir hasta 30 GW de capacidad de respaldo, haciendo más robusto y eficiente el sistema energético nacional.
Una respuesta técnica a la intermitencia
El estudio se apoya en un modelo de optimización energético-económica desarrollado con PyPSA, que considera datos meteorológicos y de generación eléctrica reales. Bajo las proyecciones del gobierno alemán para 2030, el modelo demostró que 60 GW de almacenamiento con dos a cuatro horas de autonomía serían suficientes para reducir entre 15 y 20 GW de la demanda de generación de respaldo.
Cuando la capacidad instalada se eleva a 100 GW, esa reducción asciende hasta 24 GW. Y si se mide en energía total almacenada, 1.000 GWh (equivalente a 125 GW durante 8 horas) pueden cubrir hasta 30 GW de capacidad que hoy depende de combustibles fósiles.
Más flexibilidad, menos carbono
A diferencia de otras tecnologías, las baterías pueden compensar variaciones puntuales en la red, suavizar picos de carga y operar con rapidez para equilibrar el sistema. Esto reduce significativamente la dependencia de centrales térmicas y recorta los costes operativos del sistema.
Según Georg Gallmetzer, portavoz de ECO STOR, aprovechar al máximo esta flexibilidad eléctrica permitiría “prescindir de hasta 30 GW de plantas de respaldo, lo que fortalece el sistema y reduce gastos”. También destacó que incluso capacidades modestas aportan beneficios considerables desde las primeras etapas de implementación.
Un cambio en la percepción
La empresa señala que existen «prejuicios» sobre si el almacenamiento a gran escala es una solución fiable. Con este estudio y su herramienta de simulación en línea gratuita, buscan:
- Demostrar con datos que las baterías son una tecnología madura y esencial.
- Fomentar un debate objetivo sobre el futuro del sistema energético.
- Mostrar que las baterías aportan un valor real al sistema (estabilidad y ahorro), no solo son un «accesorio» de las renovables.
Aun así, el análisis es realista y aclara que las baterías de corto plazo (horas) no son la solución para todo. Para periodos prolongados sin viento ni sol, como puede pasar en invierno, se necesitan otras soluciones complementarias, como:
- Almacenamiento a largo plazo (por ejemplo, con hidrógeno).
- Intercambio de electricidad con países vecinos.
- Gestión flexible de la demanda (programar el consumo de las fábricas para cuando haya exceso de energía).
Un componente crítico para el futuro eléctrico
Con este nuevo estudio, la compañía reafirma que el almacenamiento de energía en baterías no es una alternativa futurista, sino una herramienta disponible y eficaz para lograr un sistema energético más limpio, más económico y más seguro.
Fuente: ECO STOR