Por: Dra. Franyi Sarmiento, Ph.D., Inspenet, 6 de abril 2022.
El gobierno alemán tomó el control de Gazprom Germania para evitar la liquidación de la compañía y para garantizar la seguridad del suministro en el mercado del gas. La subsidiaria de la empresa rusa de gas es propietaria de activos de almacenamiento de gas en Europa y tiene importantes contratos de suministro con la industria alemana. La Comisión Europea propondrá prohibir las importaciones de carbón desde Rusia.
“Gazprom Germania GmbH opera infraestructura crítica en Alemania y, por lo tanto, es de gran importancia para el suministro de gas”, informó el Ministerio de Economía. La empresa subsidiaria del gigante ruso del gas, Gazprom, será controlada temporalmente por el gobierno, que temía por una posible liquidación de la compañía.
Gazprom Germania, propietaria del proveedor de energía Wingas GmbH y de una empresa de almacenamiento de gas, quedará bajo la tutela del ente regulador de la energía en Alemania hasta el 30 de septiembre. El ministro de Economía, Robert Habeck, explicó que la Agencia Federal de Redes asumirá el rol de accionista y puede tomar todas las decisiones que sean necesarias para garantizar la seguridad de suministro, aunque el gobierno no busca estatizar la empresa.
“El gobierno federal está haciendo lo necesario para garantizar la seguridad del suministro en Alemania”, dijo Habeck. “Esto también significa que no permitimos que las infraestructuras energéticas en Alemania estén sujetas a decisiones arbitrarias del Kremlin”, argumentó.
La subsidiaria también opera más allá de Alemania. “Gazprom Germania también está presente en otros países europeos, como la República Checa y Suiza, y desempeña un papel importante en su suministro de gas”, dijo el ministro de Economía.
La decisión, que implica una suerte de nacionalización de la compañía, está en línea con la creciente preocupación europea por los activos de almacenamiento de gas. La Comisión Europea propuso intervenir ese segmento estratégico para el mercado del gas. Entre las propuestas figura la creación de una certificación obligatoria que podría obligar a las empresas a ceder o vender sus almacenes de gas si es que generan obstáculos para el normal funcionamiento del mercado. Alemania parece haber detectado esa posibilidad concreta en el caso de Gazprom Germania.