La competitividad y eficiencia de las instalaciones marítimo-portuarias petroleras frente a la seguridad, los nuevos retos.

Para mantener la competitividad, las instalaciones portuarias deben asumir un rol proactivo más allá de recibir buques.
Vista aérea de un buque tanque atracado en instalaciones portuarias petroleras para transferencia de carga.

Las instalaciones portuarias juegan un papel fundamental en la seguridad de las operaciones marítimas. Mediante acciones estratégicas y técnicas implementadas desde tierra, se puede prevenir una gran parte de los accidentes marítimos, especialmente en la interfaz entre buque y puerto.

Durante la última década, el tráfico marítimo ha crecido de manera sostenida, incrementando también los riesgos asociados a las operaciones en los puertos. Las estadísticas presentadas en el Review of Maritime Transport 2024 de la UNCTAD y el Safety and Shipping Review 2023 de Allianz confirman que una porción considerable de los accidentes e incidentes marítimos ocurre durante maniobras de arribo o salida de los buques. Por supuesto que al haber mayor concentración de naves en los puertos, los riesgos asociados a la interfaz se incrementan. Es aquí donde está el gran reto.

Instalaciones portuarias: un papel proactivo en materia de seguridad

Por ello, las instalaciones portuarias deben asumir un rol proactivo. Su responsabilidad no se limita a recibir buques, sino que incluye la implementación de acciones preventivas sólidas desde tierra. Esto exige que se cumplan normas internacionales, como el SOLAS, ISM, STCW y todas aquellas de la OMI encaminadas a garantizar la seguridad desde los buques, lo que por supuesto fortalece la interfaz en los puertos. De igual manera, aplicar las recomendaciones de organismos técnicos como IMPA y OCIMF.

Infraestructura y preparación operativa

Prevenir accidentes comienza con una infraestructura portuaria bien planificada y mantenida. Elementos como defensas de muelles en buen estado, puntos de amarre con carga segura de trabajo (SWL) certificada, dragados periódicos donde sea necesario para mantener canales de acceso y dársenas de maniobras adecuadas, ayudas a la navegación operativas y una iluminación adecuada para maniobras nocturnas, son esenciales para garantizar operaciones seguras.

El conocimiento detallado de los riesgos asociados a las maniobras en cada facilidad portuaria permite definir esquemas de amarre adecuados, establecer límites para el tamaño de los buques que pueden ser recibidos y garantizar, por ejemplo, un UKC (Under Keel Clearance) apropiado.

Estos criterios deben estar respaldados por estudios de maniobrabilidad actualizados y batimetrías precisas de canales y dársenas.

Datos en tiempo real y toma de decisiones

Además, es indispensable contar con información en tiempo real sobre las condiciones meteomarinas y su integración en sistemas de alarma temprana que faciliten la toma de decisiones, para permitir o restringir maniobras según parámetros de seguridad.

La interacción directa de las instalaciones portuarias con los Pilotos Prácticos durante las maniobras exige una comunicación fluida, clara y oportuna, así como el intercambio de información entre el Capitán del buque y el Piloto Práctico (Master–Pilot Exchange – MPX). La guía de IMPA y la Resolución A.960(23) de la OMI ofrecen directrices claras para fortalecer esta interfaz.

Competencia y normas en las operaciones de terminales

Se requiere contar con Loading Masters entrenados, listas de verificación de seguridad rigurosas, supervisión continua durante las operaciones y que haya una comunicación efectiva en idioma inglés con las tripulaciones de los buques tanques.

Es importante contar con adecuados protocolos de aprobación de buques (vetting) para garantizar que se atienden buques estándar.

Cuando hablamos de la competitividad y eficiencia de una instalación marítimo-portuaria petrolera, cualquiera que ella sea, independiente del tipo de hidrocarburo, gas o químicos que en ella se transfiere, es importante mencionar que el reto más importante que se tiene, además de lograr sus objetivos comerciales, es mantener operaciones eficientes y seguras, buscando siempre impactar de manera positiva a los operadores de la instalación portuaria, al entorno social, al medio ambiente y al área de influencia y por supuesto a los negocios de la Compañía. No se concibe una operación competitiva si ella no lleva consigo la premisa de ser eficiente, segura y limpia.

El papel de un sistema de gestión de la seguridad y los riesgos (SRMS)

Lo que la experiencia nos ha enseñado, es que una buena estrategia para lograr operaciones eficientes, seguras, limpias y rentables, es contar con un Sistema de Gestión de Seguridad y Riesgos (SGSR) que facilite y promueva la estandarización de los procesos operacionales, del mantenimiento de la estructura portuaria y para la respuesta a las emergencias, basados en estándares internacionales y en las buenas prácticas del sector que han dado resultado, es decir, aprender de las buenas experiencias de otros.

Este sistema de gestión debe incluir aquellos servicios tercerizados que, de una manera directa o indirecta, forman parte del proceso portuario y de interfaz con buques. Debemos hacernos la pregunta: ¿Realmente conocemos los riesgos asociados a nuestra interfaz con buques tanques?

Evaluación de riesgos y preparación operativa

El primer paso es hacer un diagnóstico de las actuales condiciones de las operaciones, lo cual va acompañado de una evaluación de riesgos que se basa en la referencia que ofrece las experiencias adquiridas, gracias a las lecciones aprendidas de la instalación portuaria propia y de otras y del conocimiento de las mejores prácticas del sector en el que se desenvuelve la Compañía.

El diagnóstico lleva a la formulación de los planes de acción que debe ser considerados para la actualización de manuales de procedimientos operacionales, manuales de mantenimiento e integridad de las facilidades y estructuras portuarias y de los equipos que se utilizan para la transferencia de la carga y manuales de respuesta a las posibles emergencias que se pueden presentar.

Formación y desarrollo de competencias

El siguiente paso para lograr la implementación de un SGSR, es entender los riesgos asociados al negocio, a las operaciones marítimas y portuarias, a la interfaz con buques y en general a todos los procesos que de una u otra manera están involucrados en la gestión marítima y portuaria.

Identificados los riesgos del proceso portuario y de la interfaz con buques, se continúa con la formulación de medidas que permitan el control de los mismos.

Una vez desarrollados los manuales de procedimientos operacionales, de mantenimiento e integridad y de respuesta a emergencias, el siguiente paso es fortalecer el entrenamiento y capacitación de todas las personas que de una forma u otra están involucradas en los procesos de la interfaz con buques, la transferencia y manejo de la carga.

Conclusión

La prevención de accidentes marítimos durante la interfaz en los puertos no solo les compete a los buques, sino también a las instalaciones portuarias, quienes deben asumir un rol activo, técnico y coordinado con todos los actores marítimos, integrando herramientas tecnológicas, normativas internacionales y mejores prácticas operacionales.

Una instalación portuaria segura es el resultado de decisiones bien fundamentadas, de infraestructura confiable y de una cultura de prevención que prioriza la vida humana, el medio ambiente y la continuidad de las operaciones. Más que una obligación, esto es hoy un compromiso ineludible para cualquier instalación portuaria que quiera mantenerse competitiva, responsable y resiliente en el contexto global actual.

Las instalaciones portuarias deben divulgar ante autoridades marítimas y portuarias que cuentan con un Sistema de Gestión de Seguridad y Riesgos (SGSR) y familiarizarlos con su objetivo y estructura, como una demostración de los esfuerzos que se hacen por estandarizar los procesos operacionales en beneficio de la seguridad portuaria y marítima.


Este artículo fue desarrollado por el especialista Ricardo Izquierdo González y publicado como parte de la sexta edición de la revista Inspenet Brief Septiembre 2025, dedicada a contenidos técnicos del sector energético e industrial.