El factor humano en la gestión de la integridad

Cómo influyen el liderazgo, la información y las competencias técnicas en la prevención de fallas y qué hacer para fortalecer la seguridad.
Equipo de profesionales en una reunión analizando decisiones operativas y de gestión de la integridad dentro de una organización.

Información de encuestas de varios países sitúan al “factor humano”, como la causa raíz de más del 60% de los accidentes, este dato estadístico ha hecho que organizaciones e industrias que promueven y ejecutan las buenas prácticas en sus actividades, consideren a las personas como el actor o componente más importante para contar con operaciones seguras y trabajan enfocados en ello.

Dentro de la gestión de la integridad de las instalaciones mecánicas, el ser humano actúa con un doble papel, el primero representando un peligro o amenaza de posibles fallas y por ende generación de incidentes o accidentes, y el segundo como gestor del riesgo que esas amenazas representan a la integridad, lo cual permitirá prevenir las fallas en las mencionadas instalaciones.

Cuando se producen los accidentes, entre las causas raíz atribuibles al factor humano están: Descuido, Influencia de alcohol o drogas, Impericia, exceso de confianza, falta de experiencia, etc. Los equipos de investigación que analizan en forma profunda los eventos para encontrar en forma efectiva las causas raíz que representen un verdadero aprendizaje, se preguntan:

¿Si esos factores son en realidad las verdaderas causas raíz de los incidentes o detrás de ellas están otro tipo de factores que no tienen que ver con el sitio en donde se producen las fallas o incidentes?, pues se ha encontrado que las verdaderas causas raíz tienen que ver con otros aspectos más profundos como la estrategia, el liderazgo, la estructura organizacional, la estructura técnica de las organizaciones, el desarrollo de las competencias, la gestión de la información, etc.

Esto nos lleva a concluir que, evitar las fallas en las instalaciones debido al factor humano debe ser necesariamente parte de la estrategia de las empresas, por tanto, debe ocupar un sitio muy importante dentro de la misma convirtiéndose en un objetivo estratégico del más alto nivel, con políticas y planes de acción correctamente establecidos, en este contexto, el equipo técnico de gestión de la integridad debería ocupar un sitio preponderante dentro de la estrategia.

Otro aspecto que debe ser muy tomado en cuenta es el liderazgo a todo nivel, las empresas deben ser muy cuidadosas en la conformación de sus estructuras y designación de sus líderes, todas las personas que tengan que coordinar algún recurso humano, deben estar muy bien preparados para ello, en la práctica este hecho es posiblemente el más difícil de trabajar y resolver, pero por su importancia debe ser tratado y definido. Este aspecto es especialmente importante cuando se trata de las actividades operativas y de gestión de la integridad.

Las personas también somos quienes realizamos la gestión de la información y la utilización de estándares en las prácticas operacionales, la estructura técnica de las empresas deberían estar orientadas de tal manera que se asegure que la información técnica que se genera en las diferentes actividades, tenga la correcta codificación (para ello debe haber una metodología escrita sobre el manejo de la información técnica), esté almacenada en el sitio adecuado (es decir que esté al alcance de todos los interesados), sea de fácil entendimiento, esté actualizada, etc.

Solo de esta manera se disminuirá el riesgo de falla debido a una gestión de la información errónea. Es muy importante resaltar que la gestión de la integridad es completamente dependiente de la información que se genera durante el ciclo de vida de las instalaciones.

En cuanto al manejo de estándares, es importante notar que los mismos representan las guías de las mejores prácticas industriales, son elaborados por actores de la industria referentes y se basan en años de experiencia en cada una de las áreas técnicas operativas, las empresas deben aplicarlas en su cotidianidad y también tienen el rol muy importante de participar con sus áreas técnicas, en el desarrollo y revisión de guías y estándares técnicos operacionales.

Un tema también fundamental (posiblemente el más crítico), es que las organizaciones deben asegurar personas que realizan las diferentes tareas operativas y de gestión de integridad, sean competentes en el momento en que deben realizar las mismas, esto aportará en gran porcentaje a evitar fallas y accidentes en las instalaciones en el momento en que se realizan las tareas operativas y de gestión de la integridad.

Para realizar el proceso de desarrollo de las competencias de los especialistas que realizan las tareas operativas y de gestión de integridad, se deben tener en cuenta cuatro aspectos fundamentales:

  1. Aptitud – La capacidad natural que tiene la persona para realizar la tarea, y es una característica inherente de esta.
  2. Actitud –Es muy importante tener en cuenta que las diferentes actividades del ser humano se realizan en comunidad y las actividades operativas y de gestión de integridad no son la excepción, por tanto, es de vital importancia que los equipos de trabajo desarrollen sus actividades en armonía con excelente actitud frente a las actividades y al resto de personas que conforman los equipos.
  3. Conocimiento – Se adquiere durante todo el tiempo en que una persona desempeña una función o desarrolla una carrera, este es el conocimiento que se adquiere mediante la capacitación, el entrenamiento, la práctica guiada, el aprendizaje en el trabajo, etc.
  4. Experiencia – Se va adquiriendo conforme se avanza en la vida profesional, es muy importante que los especialistas cumplan todo el proceso de desarrollo de las actividades para que adquieran la experiencia necesaria para desarrollar las actividades con confianza y autosuficiencia.

Solamente si una persona desarrolla estos cuatro componentes mencionados, podrá considerarse como una persona competente para desarrollar una tarea y al hacerlo de esa manera se puede garantizar la integridad de la operación y de las instalaciones, es decir que se puede considerar al colaborador como una persona diestra para realizar las actividades.

Un aspecto no menos importante es la comunicación, la misma que debe tener en cuenta los grupos a los que va dirigida, pues el lenguaje de la comunicación no debe ser el mismo para todos ellos. Es muy importante tener en cuenta que la gestión de la integridad de las instalaciones es una actividad de prevención y, por tanto, debe mantener comunicación con diversos grupos de interés como son:

  • Los grupos directivos, que son quienes facilitan los recursos y son los principales responsables de una adecuada gestión de la integridad;
  • Las áreas operativas, que son quienes colaboran y tienen relación directa en la gestión de la integridad de las instalaciones;
  • La comunidad y terceros, que tienen que ser informados y capacitados sobre las amenazas y niveles de riesgo, convirtiéndose en aliados en la gestión.

Un aspecto final a mencionar que tiene que ver directamente con el factor humano, es la mejora continua, la misma que se basa en el aprendizaje en base a experiencias propias y de organizaciones similares cuyo objetivo es asegurar que los eventos no deseados nunca ocurran o no se vuelvan a repetir, estos programas de mejora continua deben:

  • Estar enfocados en el aprendizaje;
  • Trabajarse a todo nivel;
  • No debe tener carácter punitivo;
  • Contar con una metodología o procedimiento;
  • Tener el apoyo de la dirección de las empresas donde los directivos son los primeros actores.

Bajo todos los aspectos mencionados no es difícil concluir que el factor humano es el componente más importante en la gestión de la integridad y que este factor debe ser considerado desde varios aspectos de la vida operativa y de la gestión de la integridad del sector industrial.


Este artículo fue desarrollado por el especialista Fabián Sánchez y publicado como parte de la sexta edición de la revista Inspenet Brief Septiembre 2025, dedicada a contenidos técnicos del sector energético e industrial.