A medida que el impulso global hacia la descarbonización se acelera, la industria del petróleo y gas enfrenta un momento decisivo: ¿quedará rezagada mientras el mundo gira hacia energías más limpias o aprovechará su experiencia, capital e infraestructura para liderar la transición energética?
Históricamente, el sector ha sido visto como parte del problema, pero hoy tiene una oportunidad única de ser parte de la solución. Al adoptar nuevas tecnologías energéticas, invertir en innovación y alinearse con objetivos de sostenibilidad, las empresas de petróleo y gas pueden transformarse de actores heredados a impulsores de la economía baja en carbono.
Aquí te cuento cómo.
El caso empresarial para la transición
Los sistemas energéticos globales están experimentando cambios sin precedentes. Los compromisos climáticos bajo el Acuerdo de París, los marcos regulatorios como el Pacto Verde Europeo y la presión de los inversionistas por el desempeño ESG están empujando a las industrias a reducir su intensidad de carbono, mitigar riesgos y desbloquear nuevos flujos de valor.
Para el petróleo y gas, la oportunidad no es solo evitar activos varados: es capturar una ventaja competitiva:
- Aprovechando su profunda experiencia técnica en sistemas energéticos a gran escala
- Reutilizando activos para combustibles bajos en carbono (como hidrógeno, amoníaco y bioenergía)
- Construyendo portafolios resilientes que atraigan financiamiento sostenible y la confianza de los grupos de interés
Áreas clave de oportunidad
1. Integración del hidrógeno
El hidrógeno, en particular el verde y azul, tiene un enorme potencial como portador de energía versátil y bajo en carbono. Las empresas de petróleo y gas están en una posición única para liderar:
- Reutilizando la infraestructura de gas para transporte y almacenamiento de hidrógeno
- Desplegando reformado de metano con vapor (SMR) con captura de carbono (para hidrógeno azul)
- Invirtiendo en proyectos de electrólisis usando energía renovable (para hidrógeno verde)
Los hubs de hidrógeno, los proyectos de mezcla y las instalaciones piloto ya están remodelando los sistemas energéticos industriales, y los actores del petróleo y gas están al frente.
2. Captura, utilización y almacenamiento de carbono (CCUS)
La descarbonización de sectores difíciles de abatir como acero, cemento y químicos depende del CCUS, un área donde la experiencia upstream y midstream puede marcar la diferencia.
- Capturando CO₂ en sitios industriales
- Transportando y almacenando CO₂ de forma segura en formaciones geológicas
- Explorando rutas de utilización de carbono (combustibles sintéticos, materiales)
El CCUS no es solo una herramienta de cumplimiento normativo; es una futura fuente de ingresos para las empresas que se muevan temprano.
3. Energías renovables y electrificación
Muchos operadores de petróleo y gas ya están integrando renovables en sus operaciones:
- Alimentando plataformas marinas con energía eólica offshore
- Electrificando procesos upstream para reducir emisiones de Alcance 1 y 2
- Invirtiendo en proyectos híbridos que combinan solar, eólica y almacenamiento
Esta diversificación reduce la intensidad de carbono operativa y posiciona a las empresas para una resiliencia a largo plazo.
4. Gestión de emisiones de metano
El metano, un gas de efecto invernadero más de 80 veces más potente que el CO₂ a corto plazo, es un enfoque crítico. Las empresas líderes están:
- Desplegando tecnologías de detección continua de fugas y programas de reparación (LDAR)
- Participando en compromisos y marcos globales de reporte de metano
- Aprovechando herramientas digitales para rastrear, reportar y mitigar pérdidas de metano
Reducir el metano no solo es bueno para el clima, también es una jugada de eficiencia y rentabilidad.
El papel del liderazgo
Para los ejecutivos, la transición energética ya no es un “sí”, es un “qué tan rápido” y “qué tan bien”.
Para tener éxito:
- Establecer objetivos claros y medibles de descarbonización alineados con metas basadas en la ciencia
- Integrar la sostenibilidad en la estrategia empresarial central, no como un proyecto paralelo
- Colaborar entre sectores, cadenas de suministro y gobiernos para escalar el impacto
De manera crucial, el liderazgo debe comunicar el valor de los esfuerzos de transición a inversionistas, empleados y al público, transformando el riesgo reputacional en fortaleza reputacional.
Moldeando el futuro juntos
La transición energética no se trata de eliminar los hidrocarburos de la noche a la mañana: se trata de transformar el sistema con el tiempo, equilibrando seguridad, asequibilidad y sostenibilidad.
Las empresas de petróleo y gas que actúen con audacia ahora:
- Capturarán ventajas de ser primeros en moverse en mercados emergentes
- Atraerán a los mejores talentos que buscan trabajos con propósito
- Construirán portafolios que resistan cambios futuros en políticas y mercados
Este es el momento para que la industria del petróleo y gas se redefina, no como la industria del pasado, sino como los arquitectos energéticos del futuro.
Al invertir en nuevas energías, priorizar la descarbonización y abrazar la innovación, el sector puede transformar su papel en la economía global y asegurar su lugar en el centro de la transición hacia emisiones netas cero.
El mundo está observando, y los líderes serán aquellos que se muevan primero, rápido y con propósito.
Este artículo fue desarrollado por el especialista Malvin Delgado y publicado como parte de la quinta edición de la revista Inspenet Brief Agosto 2025, dedicada a contenidos técnicos del sector energético e industrial.