El uso de drones y robots se ha vuelto cada vez más común en la actualidad, y su impacto ya comienza a notarse en las inspecciones de Tanques de Almacenamiento Sobre Tierra (AST, por sus siglas en inglés). El año pasado escribí un artículo de carácter más general, donde incluso incluí algunas conjeturas sobre posibles desarrollos futuros. En esta ocasión, abordaré en detalle qué inspecciones son requeridas, qué es posible realizar actualmente utilizando drones y/o robots (ya sean caminantes, trepadores o submarinos) y qué avances podrían implementarse en un futuro cercano, con un enfoque especial en su viabilidad práctica.
Actualmente, los drones se utilizan para la detección de emisiones provenientes de tanques de almacenamiento sobre tierra (AST) y de instalaciones en general, así como para la realización de inspecciones visuales de los sitios. Es común capturar videos de los tanques, llevar a cabo inspecciones puntuales mediante ultrasonido (UT), realizar lavado a presión e, incluso en algunas ocasiones, aplicar pintura en los AST.
De acuerdo con la Norma API 653, se requieren las siguientes inspecciones en los tanques de almacenamiento: inspecciones rutinarias en servicio (mensuales), inspecciones visuales externas (cada 5 años), inspecciones ultrasónicas (cada 15 años) e inspecciones internas (cuando el tanque está fuera de servicio).
Las inspecciones mensuales pueden ser realizadas por cualquier persona que, de acuerdo con la Norma API 653, «posea conocimiento sobre las operaciones de la instalación de almacenamiento, el tanque y las características del producto almacenado». Esta es la única inspección en los AST que puede ser llevada a cabo por alguien que no sea un inspector autorizado conforme a dicha norma.
Actualmente, algunos propietarios u operadores están utilizando drones para «observar» sus tanques de almacenamiento. Sin embargo, en mi opinión, existe un posible inconveniente con este enfoque, ya que la norma API 653 no contempla, por el momento, el uso de drones, robots u otros métodos alternativos para la realización de inspecciones visuales. Es importante señalar también que API 653 establece una lista de condiciones que, de ser detectadas, deben ser evaluadas por un inspector autorizado. Aunque los drones pueden ser útiles para realizar inspecciones visuales preliminares, se requieren acciones adicionales para garantizar el cumplimiento total de los requisitos de API 653.
Los robots capaces de «caminar» representan otra alternativa potencial para la recopilación de videos e imágenes. No obstante, existen ciertos desafíos asociados al uso de robots. El primero que considero relevante es el costo. Si bien es probable que los precios continúen disminuyendo y que las capacidades de estos equipos mejoren, no estoy convencido de que su adopción generalizada sea una realidad en el corto plazo. Además, la presencia frecuente de obstáculos en las áreas de inspección limita la capacidad de los robots actuales para desplazarse alrededor de los tanques de almacenamiento. También debe considerarse que, en muchos casos, las clasificaciones de áreas eléctricas restringen la posibilidad de utilizar robots en los AST.
Tanto las inspecciones visuales de 5 años como las inspecciones ultrasónicas (UT) de 15 años deben ser realizadas obligatoriamente por un inspector autorizado bajo la norma API 653. Aunque drones y robots pueden ser empleados como herramientas de apoyo en estas inspecciones, su aplicabilidad práctica varía en función de cada situación. A continuación, se analizarán en detalle los distintos tipos de inspección y el papel que drones y robots podrían desempeñar en cada uno.
Para la inspección visual de 5 años, un dron ciertamente puede capturar videos de un tanque de almacenamiento sobre tierra (AST) que luego sean revisados por un inspector autorizado conforme a la norma API 653. Sin embargo, nuevamente, no estoy del todo convencido de la practicidad ni de la rentabilidad de este enfoque. Además, cabe destacar que actualmente la API 653 no contempla que un inspector autorizado pueda validar una inspección visual que no haya realizado personalmente.
En cuanto a la inspección ultrasónica (UT) de 15 años, uno de los beneficios de utilizar un dron o un robot de tipo trepador es la posibilidad de obtener mediciones de espesor por ultrasonido en ubicaciones de difícil acceso para un inspector bajo condiciones normales. Sin embargo, desde un punto de vista práctico, no estoy convencido de que el valor agregado de esos datos adicionales justifique los mayores costos y tiempos involucrados.
La última inspección, y en mi opinión la más importante, es la inspección interna. Tradicionalmente, este tipo de inspecciones se realiza vaciando completamente el tanque de su producto, limpiándolo adecuadamente y, posteriormente, ingresando personal y equipos al interior del AST. Los tres principales objetivos de una inspección interna son:
- Verificar que el fondo del tanque no presente corrosión severa ni fugas.
- Obtener datos que permitan determinar el espesor mínimo del fondo y del manto del tanque.
- Identificar y evaluar posibles asentamientos del fondo.
En primer lugar, los drones no resultan prácticos para este tipo de inspecciones internas, debido a que los tanques de almacenamiento (AST) se encuentran llenos de líquido. Sin embargo, los robots, tanto los de desplazamiento tipo «crawler» como los de tipo «nado», han sido utilizados durante casi 30 años para inspeccionar ASTs en operación, es decir, sin necesidad de sacarlos de servicio. Aunque estos robots tienen limitaciones respecto al tipo de productos con los que pueden trabajar, en la actualidad representan una opción mucho más viable que en el pasado.
A medida que las distintas tecnologías aplicadas en los robots continúan evolucionando, considero que su uso en inspecciones internas seguirá creciendo. Resulta interesante destacar que, desde hace más de 25 años, la norma API 653 permite la utilización de robots (y de otros métodos de inspección en línea) para realizar inspecciones internas sin necesidad de dejar fuera de servicio a los tanques.
Entonces, ¿qué deberían hacer los propietarios y operadores? Actualmente, las inspecciones de tanques siguen realizándose principalmente de forma manual, mediante personal especializado. Sin embargo, el uso de drones y robots continuará creciendo en el futuro cercano. Tanto la norma API 653 como las regulaciones aplicables deberán evolucionar para adaptarse a estos avances tecnológicos. Mientras tanto, los propietarios y operadores deben evaluar cuidadosamente la relación costo-beneficio de implementar estas nuevas tecnologías en comparación con los métodos tradicionales de inspección.
Este artículo fue desarrollado por el especialista Earl Crochet y publicado como parte de la quinta edición de la revista Inspenet Brief Agosto 2025, dedicada a contenidos técnicos del sector energético e industrial.