Los vehículos eléctricos y la seguridad al usuario

Datos de incendios confirman que los vehículos eléctricos son más seguros que los de combustión; sistemas de apagado y recubrimientos mitigan riesgos.
Comparación ilustrativa entre un vehículo de combustión interna incendiado y un vehículo eléctrico cargándose de forma segura en una estación de carga urbana.

Los vehículos eléctricos han ganado popularidad como una solución sostenible y eficiente frente a los retos del cambio climático. Este auge se debe, en gran medida, al creciente interés global por reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire en las ciudades. Sin embargo, su adopción no ha estado exenta de críticas, muchas de ellas sin fundamento y que pueden distorsionar la percepción pública sobre su seguridad. Un tema recurrente en este debate son los incendios de baterías de litio, los cuales suelen exagerarse en los medios de comunicación.

Estación de carga de vehículos eléctricos con varios automóviles enchufados en un entorno urbano moderno al atardecer.
La infraestructura de carga de vehículos eléctricos continúa creciendo a medida que esta tecnología se consolida como una alternativa segura, limpia y eficiente.

Estadísticamente, los vehículos eléctricos son mucho más seguros que sus contrapartes de combustión interna. Un estudio realizado en 2020 en Estados Unidos reveló que los vehículos híbridos registraron 3,475 incendios por cada 100,000 unidades vendidas; los vehículos de combustión interna (gasolina o diésel) tuvieron 1,530 incendios por cada 100,000 unidades; mientras que los vehículos eléctricos presentaron solo 25 incendios por cada 100,000 unidades vendidas. Estas cifras desmienten la idea de que los vehículos eléctricos son intrínsecamente más peligrosos.

Además, los fabricantes de vehículos eléctricos implementan estrictos estándares de seguridad en las baterías y sistemas de gestión térmica para mitigar riesgos. Estas tecnologías incluyen sistemas de apagado automático en caso de sobrecalentamiento y el uso de materiales más resistentes al fuego. También se utilizan recubrimientos especiales para las baterías, de modo que, en caso de un siniestro, cuenten con una protección adicional.

A pesar de estos avances, los incidentes que involucran vehículos eléctricos suelen acaparar los titulares. Esto se debe, en gran parte, a la novedad de la tecnología y a la percepción de que aún no se encuentra en una etapa madura de desarrollo. Los medios a menudo enfatizan casos aislados, como incendios de baterías, y los presentan fuera de contexto, generando alarma innecesaria. En contraste, los incendios de vehículos de combustión interna, que son más frecuentes, rara vez reciben la misma atención mediática.

Este enfoque sensacionalista puede alimentar el miedo y la desinformación, obstaculizando la transición hacia una movilidad más limpia y sostenible. Sin duda, se requiere que los medios de comunicación adopten un enfoque más equilibrado y basado en datos para informar al público sobre los vehículos eléctricos. La transición hacia los vehículos eléctricos es un paso necesario para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los efectos del cambio climático. Por ello, es fundamental que los consumidores, los reguladores y los medios de comunicación trabajen juntos para combatir la desinformación y destacar las ventajas de esta tecnología.

No hay duda de que los vehículos eléctricos son una opción segura y confiable, con un riesgo de incendio significativamente menor que los vehículos de combustión interna. Al adoptar una perspectiva informada y basada en evidencia, se puede fomentar una transición más rápida hacia una movilidad sostenible y segura.


Este artículo fue desarrollado por la especialista Yolanda Villegas y publicado como parte de la cuarta edición de la revista Inspenet Brief Diciembre 2024, dedicada a contenidos técnicos del sector energético e industrial.