Autor: Dr. Juan Lugo Marín, 11 julio 2022.
La comprensión de la organización y su contexto es un nuevo requisito de la norma internacional ISO 9001: 2015, el cual se relaciona fundamentalmente con el estudio de las cuestiones internas y externas que pueden impactar a los objetivos estratégicos y a la planificación del Sistema de Gestión de la Calidad (SGC). En las versiones anteriores de esta norma internacional era común que el análisis del contexto no se tomara muy en cuenta, lo que traía como consecuencia que se tomaran medidas cuando casi era imposible paliar los impactos negativos o explotar las oportunidades, cayendo en improvisaciones y decisiones desacertadas.
Cuando las organizaciones tratan de poner en práctica este requisito surgen preguntas como: ¿Cuáles son las variables del contexto que más influencia tienen en mi organización? ¿Cómo realizar un análisis del contexto que permita a la Alta Dirección la alineación del SGC con el direccionamiento estratégico?
Primero es importante puntualizar que cada organización es diferente, en ese sentido comprender el contexto de la organización se puede entender como una actividad de observación, análisis y evaluación del interior y exterior de la organización, para determinar factores que la influencian, positiva o negativamente. Estos factores pueden afectar su propósito, su intención estratégica y su capacidad para alcanzar los resultados que pretende lograr con el SGC: i) la conformidad de los Producto y Servicios con los requisitos de los clientes y legales, y ii) el aumento de la satisfacción de los clientes. Al considerarlos en la definición del alcance del sistema, la organización asegura la adecuación de este último.
Para realizar un análisis del contexto ¿Qué se debe analizar?
Por un lado, se tienen que analizar las cuestiones internas, para lo cual es necesario comprender la realidad de la organización: quien es, lo que hace, para que lo hace, con qué medios, con que personas. Esto nos va a permitir identificar las debilidades y fortalezas de la organización. Por otro lado, está analizar las cuestiones externas, con lo cual se busca conocer el medio en que la organización se incluye y opera, para identificar los factores que la pueden influenciar. Difícilmente la organización podrá influir en estas cuestiones externas, pero su forma de operar para alcanzar los objetivos deseados va depender de ellas. El producto de este análisis pudiera concluir con el establecimiento de las oportunidades y amenazas.
Determinar estas cuestiones tanto a lo interno como a lo externo de la organización y ejercer un adecuado seguimiento y monitoreo, es imprescindible si se desea anticiparse a los cambios, adaptarse a las necesidades de los clientes y otras partes interesadas y poder adoptar las medidas aplicables.
Para lograr el éxito requerido en el establecimiento de la estrategia empresarial, las organizaciones pueden utilizar herramientas como por ejemplo el análisis FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debilidades y Amenazas). De igual manera el establecimiento de una estrategia de negocio es muy importante, por ello, antes de definirla, es necesario analizar la situación por la que está pasando la organización. De esto se desprende como un reto clave para la Alta Dirección lograr, como parte de su liderazgo, la alineación del SGC con el direccionamiento estratégico que se ha delineado.
Referencias bibliográficas
Fuente propia
Sobre el autor
Juan Lugo Marín
Ingeniero Industrial (UNEFM, 1992) con Maestría en Gerencia de la Calidad y Productividad (UNEFM, 1997) y Doctorado en Ciencias Administrativas (UNESR, 2006). Posee formación Postdoctoral en Negocios y Estudios de Futuros (Corvinus University of Budapest, 2007). Ha desarrollado una larga trayectoria como docente universitario e investigador. Es Consultor empresarial en el área de calidad, sistemas de gestión y prospectiva estratégica con más de 25 años de experiencia en sectores como: petróleo y gas, ingeniería y construcción, inspección e integridad mecánica, laboratorios, entre otros para Latinoamérica y Norte América.