Tabla de Contenidos
- Riesgo de la corrosión en terminales portuarios
- Factores ambientales que aceleran la corrosión en muelles
- Corrosión localizada en pilotes y pasarelas de acero
- Protección catódica y recubrimientos en terminales petroleros
- Normativas y estándares internacionales aplicables a puertos
- Casos recientes y lecciones aprendidas en la industria
- Conclusiones
- Referencias
La Corrosión en terminales portuarios de productos líquidos es un problema crítico que compromete la seguridad, la eficiencia operativa y la vida útil de infraestructuras estratégicas. En muelles y estructuras metálicas, el deterioro por agentes marinos y derrames de hidrocarburos genera un riesgo constante de pérdidas estructurales y fallas en la operación. Este artículo aborda los principales mecanismos de corrosión en entornos portuarios, los factores ambientales y operativos que aceleran el daño, así como las tecnologías y normativas que orientan su mitigación.
El objetivo de este artículo es analizar cómo se desarrolla la corrosión en muelles y estructuras metálicas de terminales petroleros, los factores ambientales y operativos que aceleran el daño, qué consecuencias produce sobre la integridad estructural, así como las tecnologías y normativas que orientan su mitigación.
Riesgo de la corrosión en terminales portuarios
La corrosión en terminales portuarios de productos líquidos dedicados al almacenamiento y manejo de crudo y derivados de crudos es un fenómeno complejo donde confluyen factores ambientales, operativos y materiales, representa un problema crítico que compromete la seguridad, la eficiencia operativa y la vida útil de infraestructuras estratégicas.
En muelles y estructuras metálicas, el deterioro por agentes marinos y derrames de hidrocarburos genera un riesgo constante de pérdidas estructurales y fallas en la operación. A diferencia de otras infraestructuras industriales, los puertos enfrentan un entorno agresivo caracterizado por humedad elevada, exposición constante a cloruros y variaciones térmicas diarias. A esto se suma el contacto accidental con hidrocarburos y compuestos azufrados que generan microambientes corrosivos de alta severidad.
Factores ambientales que aceleran la corrosión en muelles
La corrosión en terminales portuarios es un proceso complejo que combina factores y mecanismos físicos, químicos y ambientales. Ocurre principalmente en estructuras metálicas expuestas al agua de mar, la atmósfera marina y, en muchos casos, a derrames de hidrocarburos. Factores como la elevada salinidad, la humedad, la variación de temperaturas, la acción del oleaje y la presencia de contaminantes aceleran el deterioro de los metales. Este fenómeno compromete la integridad de muelles, pilotes y tuberías, tanques de almacenamiento de productos líquidos, generando pérdidas de capacidad estructural y mayores riesgos de fallas en la operación.

Además, la corrosión incrementa considerablemente los costos de inspección, reparación y mantenimiento, convirtiéndose en un desafío crítico para la seguridad y sostenibilidad de la infraestructura portuaria. Los muelles y pilotes de acero al carbono en contacto con agua de mar se ven sometidos a condiciones extremadamente agresivas. La elevada salinidad y los ciclos de marea favorecen tres zonas críticas: sumergida, de salpicaduras y de interfase aire-agua. Esta última, donde la película de humedad se forma y rompe continuamente, es considerada la región de mayor ataque.
La alta concentración de oxígeno disuelto combinada con cloruros genera corrosión localizada, pérdida de espesor y debilitamiento acelerado de pilotes, pasarelas y estructuras de soporte. El efecto sinérgico de los contaminantes atmosféricos, la radiación solar y los cambios de temperatura incrementa la tasa de deterioro respecto a estructuras expuestas únicamente a ambientes industriales.
Efecto de derrames de hidrocarburos en estructuras metálicas
El riesgo de corrosión en terminales no se limita al medio marino. Los derrames de crudo, combustóleo y derivados durante las operaciones de carga y descarga forman mezclas con agua de mar y sedimentos, creando depósitos adheridos a superficies metálicas. Bajo estas capas, se desarrollan microambientes con bajo oxígeno que promueven corrosión localizada.
La presencia de compuestos azufrados en ciertos crudos potencia fenómenos de sulfidación y genera zonas de ataque acelerado en tuberías, pilotes y sistemas de soporte expuestos a hidrocarburos. Estos procesos son difíciles de detectar a simple vista y suelen avanzar de manera silenciosa hasta comprometer la integridad estructural.
Corrosión localizada en pilotes y pasarelas de acero
La integridad de los pilotes de acero es uno de los puntos más críticos en la gestión de muelles. La zona de salpicaduras presenta una combinación de oxígeno abundante, cloruros concentrados y ciclos de humectación y secado que aceleran la formación de picaduras profundas. Estas cavidades pueden avanzar con rapidez, reduciendo la sección resistente del acero en periodos cortos.

En las pasarelas y vigas de soporte, la acción conjunta de cargas dinámicas, vibración y humedad salina favorece la corrosión bajo tensión, lo que aumenta el riesgo de fallas repentinas. El colapso de una pasarela por pérdida de espesor no solo representa un riesgo humano, sino también un evento de alto impacto ambiental y económico para las operaciones portuarias.
Protección catódica y recubrimientos en terminales petroleros
El control de la corrosión en terminales marítimos exige estrategias combinadas. La protección catódica, mediante ánodos de sacrificio o corriente impresa, es ampliamente utilizada en pilotes sumergidos y en líneas de transferencia de hidrocarburos. Sin embargo, su efectividad depende del diseño adecuado del sistema y del monitoreo constante de potenciales electroquímicos.
En paralelo, los recubrimientos epóxicos y poliuretánicos de alto espesor continúan siendo la primera barrera contra la corrosión atmosférica y de salpicaduras. El reto está en la preparación de superficies, ya que cualquier deficiencia en la limpieza o en la aplicación reduce drásticamente la vida útil del recubrimiento. La combinación de estos sistemas, junto con inspecciones periódicas, constituye la práctica más efectiva para preservar la integridad estructural en ambientes marinos.

Normativas y estándares internacionales aplicables a puertos
La gestión de la corrosión en terminales debe enmarcarse en estándares reconocidos que garanticen la seguridad estructural. API 571 identifica los principales mecanismos de daño en instalaciones de petróleo y gas, mientras que ISO 12944 establece lineamientos para sistemas de recubrimientos en estructuras expuestas a ambientes altamente corrosivos. PIANC (Guidelines for the Design of Marine Infrastructure), por su parte, ofrece guías de diseño para infraestructura marítima segura y duradera. La integración de estos marcos normativos, junto con programas de inspección basados en riesgo, permite priorizar intervenciones y optimizar recursos en terminales de gran escala.
Casos recientes y lecciones aprendidas en la industria
La corrosión en terminales portuarios de productos líquidos, particularmente en estructuras metálicas, muelles y petroleros, continúa siendo uno de los principales retos de la industria marítima y energética. Experiencias documentadas en terminales del Golfo de México y del Mar del Norte han puesto en evidencia cómo la ausencia de programas de monitoreo continuo en pilotes, la degradación acelerada de recubrimientos en la zona de marea; así como los derrames de petroleo se convierten en factores críticos que desencadenan fallas prematuras.
En varios de estos casos, la presencia de corrosión localizada no detectada ha provocado la pérdida de integridad estructural en menos de una década de operación, obligando a ejecutar reparaciones de gran envergadura y, en situaciones extremas, a la suspensión temporal de actividades operativas con impacto económico significativo.
Estas experiencias subrayan la necesidad de adoptar programas de mantenimiento predictivo, respaldados por tecnologías de monitoreo avanzado, entre ellas sensores de corrosión en línea, sistemas de inspección remota y drones capaces de evaluar zonas de difícil acceso. La integración de estas prácticas no solo prolonga la vida útil de las infraestructuras portuarias, sino que también fortalece la seguridad operativa y reduce costos asociados a intervenciones correctivas.
Conclusiones
La corrosión en terminales portuarios es un fenómeno inevitable pero controlable si se aplican tecnologías y prácticas adecuadas de protección y monitoreo. La combinación de ambientes marinos agresivos y derrames de hidrocarburos acelera los mecanismos de ataque sobre pilotes, pasarelas y estructuras metálicas.
Los métodos más efectivos de mitigación son la protección catódica, los recubrimientos de alto desempeño y las inspecciones basadas en riesgo, integrados en programas de mantenimiento sistemático. La experiencia de la industria muestra que la falta de atención temprana puede derivar en fallas estructurales severas con consecuencias humanas, ambientales y económicas de gran escala. Por ello, la inversión en sistemas de control de corrosión no debe verse como un costo operativo, sino como una garantía de seguridad, sostenibilidad y continuidad en la operación de los terminales petroleros.
Referencias
- API (2021). API RP 571: Damage Mechanisms Affecting Fixed Equipment in the Refining Industry. American Petroleum Institute.
- ISO (2018). ISO 12944: Paints and varnishes – Corrosion protection of steel structures by protective paint systems. International Organization for Standardization.
- NACE International (2020). Corrosion control in marine and offshore structures. Houston, TX.
- PIANC (2019). Guidelines for the Design of Marine Infrastructure. World Association for Waterborne Transport Infrastructure.