Inspenet, 28 de agosto 2023.
Las muestras iniciales de pescado recolectado cerca de la central nuclear de Fukushima, luego de que la semana pasada comenzara el vertido de agua tratada de la planta al mar, no han revelado niveles detectables de tritio, según lo anunciado por el Gobierno japonés.
Estas muestras fueron obtenidas el pasado viernes a una distancia de 5 kilómetros del punto de vertido de la central Fukushima Daiichi, como reportó la Agencia de Pesca en su sitio web.
Habrá más pescado recolectado
La Agencia tiene previsto continuar capturando peces diariamente en esa zona para analizarlos y publicar los resultados, al menos, durante el próximo mes.
Por su parte, el Ministerio de Medio Ambiente de Japón ha tomado muestras de agua marina en un radio de aproximadamente 50 kilómetros alrededor de la planta y aún se está a la espera del anuncio de los primeros resultados.
El jueves pasado, la empresa operadora de la central, Tokyo Electric Power (TEPCO), inició el proceso de vertido al océano Pacífico del agua previamente tratada y diluida con agua marina, un procedimiento que tiene como objetivo aliviar la situación en la central y que podría prolongarse durante aproximadamente tres décadas.
En 2021, el gobierno japonés optó por la opción de la liberación controlada al mar como método para gestionar el líquido contaminado que se ha acumulado en las instalaciones nucleares, ya que el espacio para los grandes tanques de almacenamiento se está agotando. Esta medida se considera esencial para el proceso de desmantelamiento de la planta.
El agua contaminada pasa por un tratamiento con el sistema ALPS, que es capaz de eliminar por completo 62 tipos de materiales radiactivos, excepto el tritio y el carbono-14.
El procedimiento de liberación será supervisado por las autoridades de Japón y por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) para asegurar su cumplimiento con los estándares de seguridad globalmente reconocidos.
Ha habido manifestaciones en naciones vecinas como Corea del Sur y China, donde las autoridades han acusado al gobierno japonés de poner en riesgo el medio ambiente y han implementado restricciones a las importaciones de productos pesqueros provenientes de Japón.