Inspenet, 06 de agosto 2023.
El potencial de la perovskita es sumamente prometedor en la industria energética.
Científicos del Centro RIKEN de Ciencia de la Materia Emergente en Japón han realizado un importante descubrimiento: han encontrado un nuevo compuesto que permite almacenar amoníaco de forma segura a través de una reacción química. Este avance tiene implicaciones significativas, ya que también podría abrir oportunidades para el transporte de hidrógeno, facilitando así la transición hacia fuentes de energía basadas en hidrógeno y alejándonos de las fuentes de energía tradicionales.
El almacenamiento seguro y eficiente de hidrógeno es una necesidad importante en la búsqueda de energías limpias y el amoníaco se presenta como una solución prometedora. Dado que cada molécula de amoníaco contiene tres átomos de hidrógeno, que representan alrededor del 20% de su peso total, puede transportar hidrógeno de manera eficiente.
El concepto de almacenar hidrógeno dentro de otra molécula para su liberación controlada cuando sea necesario es una técnica prometedora para garantizar un transporte y almacenamiento seguro del hidrógeno. El nuevo compuesto descubierto por los investigadores del Centro RIKEN mejora la viabilidad de esta estrategia y se cree que puede tener un impacto significativo en el proceso de descarbonización a nivel mundial.
Perovskita: elemento prometedor
A pesar de que el amoníaco es considerado un eficiente portador de hidrógeno, su uso y almacenamiento han sido desafiantes debido a su alta corrosividad. Actualmente, los métodos más comunes para almacenar amoníaco implican licuarlo a temperaturas extremadamente bajas o utilizar compuestos porosos con capacidad limitada de almacenamiento.
Sin embargo, esta situación podría cambiar gracias al hallazgo de los investigadores del Centro RIKEN, pues han descubierto que un material de perovskita, específicamente el yoduro de etilamonio y plomo (EAPbI3), puede almacenar amoníaco de manera altamente eficiente a temperatura y presión ambiente. Esto permite recuperar el amoníaco de manera completa a temperaturas relativamente bajas y de forma sencilla.
La perovskita, al reaccionar con el amoníaco a temperatura y presión ambiente, experimenta una transformación que la convierte de su estructura columnar unidimensional a una estructura en capas bidimensional conocida como hidróxido de yoduro de plomo o Pb(OH)I. Este descubrimiento podría revolucionar el almacenamiento y uso del amoníaco como portador de hidrógeno, superando los desafíos de corrosividad y permitiendo una alternativa más segura y eficiente.
El polvo de perovskita presenta diversas ventajas, entre ellas su capacidad de ser reutilizado y su habilidad para cambiar de color en función de la cantidad de amoníaco almacenado. Además, podría ser empleado como transportador de hidrógeno sin emisiones de carbono, lo que lo convertiría en una opción sustituta del diésel, una fuente de energía tradicional que genera altas emisiones de gases de efecto invernadero.
El potencial de la perovskita es altamente prometedor y sus implicaciones en la industria energética podrían revolucionar el panorama, superando a otras fuentes tradicionales de energía.
Por otro lado, el amoníaco almacenado puede extraerse con facilidad mediante un proceso sencillo que involucra calentar el polvo de perovskita a tan solo 50° C bajo condiciones de vacío, lo cual representa una temperatura mucho más baja en comparación con otros métodos de almacenamiento.
Esta facilidad de recuperación es un aspecto significativo que aumenta aún más el atractivo de la perovskita como un método seguro y eficiente para almacenar y transportar amoníaco y, en última instancia, hidrógeno.