Inspenet, 02 de julio 2023.
Crece la expectativa de gravar el transporte marítimo, medida con la que se espera pagar la “factura climática” y que la Organización Marítima Internacional (OMI) abordará en una reunión la próxima semana, donde los países también podrán fijar objetivos para descarbonizar esta industria, responsable del 2,9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
La idea de imponer un impuesto al transporte marítimo internacional no es nueva, pues lleva años debatiéndose en la comunidad internacional sin apenas consenso ya que, como destaca el responsable de cambio climático de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz, “hay muchas reticencias en el sector” y “no será fácil”.
Sin embargo, los expertos ven cómo la propuesta que pide un impuesto a partir de 100 dólares por tonelada de CO2 ha acaparado mucha más atención política a raíz de la sugerencia, a iniciativa de los pequeños estados insulares, de que la medida sirva para financiar las pérdidas y daños fondo que los países acordaron crear en la cumbre climática de la ONU en Sharm el Sheikh (COP27) en diciembre pasado.
El Banco Mundial estima que un impuesto al carbono en el transporte marítimo podría recaudar entre 50.000 y 60.000 millones de dólares al año, una cantidad que serviría para paliar el impacto de la crisis climática en los países más vulnerables, a los que los estados ricos (los máximos responsables del calentamiento) tienen se comprometió a ayudar y está buscando nuevas formas de recaudar fondos.
Así, la medida gana cada vez más apoyo: en la cumbre que acogió París este mes, impulsada por el presidente francés Emmanuel Macron y la primera ministra de Barbados, Mia Mottley para acordar un nuevo pacto financiero global, más de 20 países se mostraron a favor del impuesto al transporte marítimo, según informó la presidencia.
El transporte marítimo y la crisis climática
El sector del transporte marítimo, a pesar de su responsabilidad en la crisis climática (sus emisiones superan incluso a las de la aviación internacional), ha estado exento de pagar por contaminar en marcos como el mercado europeo de emisiones, hasta la reciente reforma de este régimen, incluido en el paquete climático ‘Fit for 55’, decidió obligar a los barcos a adquirir estos permisos.
Así, a partir del próximo año, los barcos que viajen entre puertos europeos deberán pagar todo el CO2 que emitan y los que lo hagan entre puertos de la UE y de otros países deberán asumir el coste del CO2 emitido en la mitad del trayecto.