Autores: Ph.D. Juan Lugo Marín; Ph.D. Aracely Henríquez, 15 agosto 2023.
Introducción
En el contexto actual, la norma ISO 31000 se erige como una guía fundamental para enfrentar los desafíos y construir la resiliencia necesaria; dado que vivimos en un mundo cada vez más volátil y lleno de incertidumbre, la gestión de riesgos se ha convertido en un elemento esencial para la supervivencia y el éxito de las organizaciones. En este artículo, exploraremos cómo la norma ISO 31000 nos orienta hacia la resiliencia, ayudándonos a tomar decisiones informadas y afrontar los riesgos de manera efectiva.
Un panorama cambiante: La necesidad de gestionar riesgos en un entorno incierto
En un mundo caracterizado por cambios rápidos y complejos, la gestión de riesgos se vuelve crucial para las organizaciones. Los riesgos pueden provenir de diversas fuentes, como cambios tecnológicos, fluctuaciones económicas, eventos naturales o crisis políticas. La norma ISO 31000 nos brinda un marco sólido para identificar, evaluar y mitigar estos riesgos, permitiéndonos adaptarnos y prosperar en un entorno incierto.
Los pilares de la norma ISO 31000: Principios, marco y proceso de gestión de riesgos
La norma ISO 31000 se basa en tres pilares fundamentales: principios, marco y proceso de gestión de riesgos. Los principios establecen la base ética y el enfoque proactivo para abordar los riesgos. El marco proporciona la estructura y el contexto para la gestión de riesgos, incluyendo la identificación, evaluación y tratamiento de los mismos. Por otra parte, el proceso de gestión de riesgos es un ciclo continuo que abarca desde la planificación y la implementación hasta el monitoreo y la revisión.
Identificación y evaluación de riesgos: La clave para la resiliencia
La norma ISO 31000 nos guía en la identificación y evaluación de riesgos, permitiéndonos comprender su naturaleza, alcance y potencial impacto. Al utilizar herramientas como el análisis de riesgos y la evaluación de vulnerabilidades, podemos anticipar y prepararnos para los escenarios adversos. Esta capacidad de anticipación nos brinda una ventaja competitiva y nos ayuda a construir una organización resiliente capaz de enfrentar los desafíos con confianza.
Tratamiento de riesgos: De la mitigación a la resiliencia
Una vez que hemos identificado y evaluado los riesgos, la norma ISO 31000 nos guía en el tratamiento de los mismos. Esto implica tomar medidas para mitigar los riesgos, reducir su probabilidad de ocurrencia o minimizar su impacto. Sin embargo, la norma también nos insta a ir más allá de la mitigación y buscar la resiliencia. Esto significa desarrollar la capacidad de adaptación, aprender de los errores y convertir los desafíos en oportunidades de crecimiento.
Monitoreo y revisión: La importancia de aprender de la experiencia
La norma ISO 31000 nos recuerda la importancia del monitoreo y la revisión continua en la gestión de riesgos. A medida que el entorno evoluciona, los riesgos también pueden cambiar. Por lo tanto, es fundamental mantenernos actualizados y adaptar nuestras estrategias de gestión de riesgos en consecuencia. El monitoreo constante nos permite evaluar la efectividad de nuestras medidas de mitigación y realizar ajustes cuando sea necesario. Además, la revisión nos brinda la oportunidad de aprender de la experiencia, identificar áreas de mejora y fortalecer nuestra resiliencia.
Construyendo resiliencia a través de la cultura organizacional y el liderazgo
La norma ISO 31000 nos invita a ir más allá de los aspectos técnicos de la gestión de riesgos y nos anima a cultivar una cultura organizacional resiliente. Esto implica promover una mentalidad proactiva hacia la gestión de riesgos en todos los niveles de la organización, fomentar la colaboración y la comunicación efectiva, y desarrollar capacidades de toma de decisiones informadas. Asimismo, el liderazgo desempeña un papel fundamental en la promoción de la resiliencia, al establecer un ejemplo y brindar el apoyo necesario para implementar y mantener un enfoque integral de gestión de riesgos.
Conclusión
En un mundo incierto y cambiante, la norma ISO 31000 se convierte en una guía valiosa para las organizaciones que buscan construir resiliencia. Al seguir sus principios, marco y proceso de gestión de riesgos, podemos identificar, evaluar y tratar los riesgos de manera efectiva. Además, la norma nos impulsa a ir más allá de la mitigación y buscar la resiliencia, aprendiendo de la experiencia y adaptándonos a los cambios. Al construir una cultura organizacional resiliente y contar con un liderazgo comprometido, estamos mejor preparados para enfrentar los desafíos y aprovechar las oportunidades en un entorno incierto. Con la norma ISO 31000 como guía, estamos en el camino hacia una gestión de riesgos eficaz y la resiliencia necesaria para prosperar en un mundo en constante evolución.
Ing. Juan Lugo Marín es Ingeniero Industrial con Maestría en Gerencia de la Calidad y Productividad y Doctorado en Ciencias Administrativas. Posee formación Postdoctoral en Negocios y Estudios de Futuros (Corvinus University of Budapest, 2007). Ha desarrollado una larga trayectoria como docente universitario e investigador. Es Consultor empresarial en el área de calidad, sistemas de gestión y prospectiva estratégica con más de 25 años de experiencia en sectores como: petróleo y gas, ingeniería y construcción, inspección e integridad mecánica, laboratorios, entre otros, para Latinoamérica y Norte América
Ing. Aracely Henríquez es Ingeniero Industrial con Master en Gerencia de Empresas, Doctora en Ciencias Gerenciales. Se ha desempeñado como docente universitaria, investigadora en el área gerencial y asesora organizacional en las áreas de planificación estratégica y productividad.