Inspenet, 23 de Junio 2023.
El uso de pantallas en las aulas ha generado un intenso debate y un país que apoya esta esta estrategia es Suecia, quien revisará su Plan de Digitalización con el objetivo de mejorar la comprensión lectora de los estudiantes.
Un artículo publicado en el periódico francés Le Monde afirmaba que Suecia abandonaría su Plan de Digitalización y volvería a utilizar libros de texto en lugar de pantallas en las aulas. Esta decisión se basaba en los resultados del Informe PIRLS 2021, que evalúa la comprensión lectora de los estudiantes de 4º de Primaria y mostraba un claro retroceso. Sin embargo, la realidad es que el país escandinavo está revisando su plan con el propósito de mejorar la comprensión lectora, lo cual ha generado un debate relevante sobre el uso de las pantallas en el entorno educativo.
Al respecto, Héctor Ruiz Martín, director de la International Science Teaching Foundation, investigó en la prensa sueca y aclaró que la ministra de Educación de Suecia, Lotta Edholm no tiene la intención de abandonar el Plan de Digitalización que fue aprobado el año pasado. En cambio, ha solicitado que diferentes expertos lo estudien y analicen para que se realicen los cambios pertinentes. Además, se ha informado que los estudiantes suecos volverán a realizar las pruebas en formato impreso en lugar de digital, como se hizo en PIRLS 2021 (que fue la primera vez que todas las pruebas se llevaron a cabo en formato digital).
Aunque Edholm tiene una postura crítica sobre el uso de pantallas, reconoce que “la digitalización puede ser fantásticamente beneficiosa para los estudiantes, pero debe ser utilizada de manera sensata”. Por otro lado, el gobierno sueco tiene la intención de aumentar la presencia de libros en las aulas y destinará 60 millones de euros este año para la compra de material didáctico, así como otros 44 millones para fortalecer el desarrollo del lenguaje, la lectura y la escritura de los estudiantes.
No todos están a favor del uso de pantallas
Independientemente de la interpretación que se le ha dado a esta noticia, el hecho de que se haya planteado que Suecia pretendía eliminar el uso de pantallas en el aula ha generado un amplio debate en el que varios expertos han expresado su opinión, tanto en los medios de comunicación como en sus perfiles de redes sociales.
Catherine L’Ecuyer, doctora en Educación y Psicología es un ejemplo de ello, ya que ha mostrado una postura muy crítica hacia el uso de dispositivos con fines educativos. En una carta abierta dirigida a los directivos de los colegios que utilizan tablets, advierte sobre la necesidad de precaución, argumentando que “hasta ahora, no existen suficientes pruebas que respalden su uso”. Además, se opone al argumento de aquellos que defienden el hecho de que los estudiantes que les gustan las tablets mejoran sus resultados académicos.
En cuanto a Estela Martín, abogada y periodista, ha destacado a través de su perfil en LinkedIn que todo depende del uso que se haga de la tecnología. Ella opina que la comprensión lectora se desarrolla de manera efectiva a través de la lectura y la escritura y las pantallas no pueden reemplazar esta práctica. También afirmó que el uso excesivo de pantallas está formando una generación con una comprensión lectora cada vez más deficiente. En su opinión, el enfoque no debería ser eliminar por completo las pantallas ni hacer que el aprendizaje sea más “cómodo” para los estudiantes, ya que en realidad no existe un aprendizaje real, sino un retroceso en las habilidades de lectura y escritura.
Por otro lado, María Soledad Santana, doctora en Derecho, expresó su apoyo a la decisión tomada en Suecia a través de LinkedIn. Según ella, existe un deterioro en la educación de los estudiantes debido al uso excesivo de dispositivos que incluso corrigen los acentos y los errores ortográficos. Aunque reconoce que las computadoras son herramientas útiles, opina que los estudiantes solo pueden aprender mediante la práctica de cometer errores, corregirlos y leer en papel.
No satanizar el uso de pantallas
La psicóloga Carmen Esteban ha apelado al sentido común a través de su cuenta de Instagram, destacando que no se trata de satanizar las pantallas, ya que pueden tener un componente motivador. Mas bien las considera un complemento útil para ver películas relacionadas con los temas tratados en clase, documentales educativos, canciones, buscar información oficial en Internet, realizar presentaciones en computadoras y entre otros usos.
Por otro lado, Susana Martín, Gerente de Innovación y Transformación Digital en Macmillan Education Iberia, subraya la necesidad de generar un debate que abarque los aspectos relacionados con el uso de la tecnología en el aula. En su perfil de LinkedIn, enfatiza que la tecnología y el papel pueden coexistir y aprovechar lo mejor de ambos mundos. No ve el debate como una elección binaria entre lo digital y lo analógico, como tampoco considera adecuado reducir la tecnología educativa exclusivamente al uso de pantallas. Además, lamenta la idea de descartar los planes de digitalización y reducir la tecnología educativa a las pantallas, sugiriendo que tal vez esta visión se deba a la preocupación de que en el aula se utilicen de la misma forma que en el hogar, donde los niños pequeños pueden acceder a dispositivos sin control y navegar sin supervisión en YouTube, lo que puede afectar su capacidad de atención.
¿Cuál es la mejor decisión?
¿Hasta qué punto el uso de pantallas es responsable del declive en la capacidad de lectura de los estudiantes? Esta es la pregunta planteada por Héctor Gardó, doctor en Ciencias de la Educación y director de Equidad Digital en la Fundación Bofill, en un artículo publicado en el periódico digital Nius. Gardó reflexiona sobre qué se está haciendo para fomentar la lectura entre los niños y los jóvenes, especialmente en entornos vulnerables donde las familias no brindan apoyo en ese aspecto y donde, si no leen en la escuela, no leen en ningún otro lugar. Considera que culpar a las pantallas no resolverá el problema de la lectura, ya que tener menos acceso a ellas no será la solución.
Además, el experto hace un llamado a la autocrítica y centra su atención en las bibliotecas escolares, señalando que es absurdo culpar exclusivamente al uso de pantallas por los bajos niveles de lectura cuando, por ejemplo, en Cataluña solo el 58% de las escuelas públicas cuentan con una biblioteca escolar.
Fuente: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/pantallas-aula-suecia/