API RP 579-1/ASME FFS-1: Fitness-For-Service

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Tabla de Contenidos

Introducción

Los procedimientos Fitness-For-Service para evaluar la aptitud para el servicio (FFS, Fitness For Service) de los equipos a presión que contienen defectos o daños se han desarrollado desde finales de la década de 1960 y ahora hay muchos procedimientos disponibles para que los ingenieros elijan. Estas evaluaciones, según API 579-1/ASME FFS-1, se definen como: las precisiones cuantitativas de ingeniería que se ejecutan para demostrar la integridad estructural de un componente o activo en servicio; el cual, puede presentar fallas o daños, o puede estar operando bajo una condición específica que podría generar una falla.

Una evaluación bajo los lineamientos adecuados puede extender la vida de equipo que presentan signos de algún deterioro; los cuales, se recopilan y documentan en la práctica recomendada API RP 579-1, por ejemplo. Hay que mencionar que no es la única, sin embargo; también ASME cuenta con la FSS-1A.

La integridad de esta práctica toma en cuenta el tipo de daño para la evaluación; en consecuencia, la optimización de los análisis que se llevan a cabo permiten realizar un diagnóstico con bastante precisión del equipo o sistema bajo estudio. De resultar positiva la aprobación del equipo para su puesta en servicio bajo las condiciones del caso, se traduce en ahorros para la empresa.

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Las refinerías a medida que pasa el tiempo van deteriorándose, presentando varios problemas, mermando su capacidad de producción. Para la industria, esto es una preocupación de primer orden, los costos de reemplazo, la ejecución de procesos y actividades de forma segura, todo se ve comprometido con el tiempo de servicio de tanques, recipientes y tuberías aunado a la amplia diversidad de mecanismos de fallas que comprometen la integridad estructural de las instalaciones. Las prácticas recomendadas para evaluar la aptitud para el servicio publicada por el Instituto Americano del Petróleo (API) en API 5791 y la guía para la evaluación de defectos de estructuras metálicas publicada por British Standards2.

El acceso a un inmenso poder de cálculo y manejo de enormes volúmenes de data, la incorporación de nuevas herramientas de toda índole para obtener dicha data (perfilómetros láser, por ejemplo) permite nuevamente llevar a cabo actividades de trabajo que hasta no hace mucho eran bastante difíciles.

Norma Fitness-For-Service

Es importante resaltar el siguiente mensaje dirigido a técnicos e ingenieros que están iniciándose en este mundo de la inspección. “La precisión de una evaluación bajo las prácticas mencionadas y otras similares está sujeta (y de forma bastante sólida) a la exactitud de las mediciones de los defectos que se hagan en campo”. Estas mediciones van a sustentar una serie de procedimientos informáticos enmarcados dentro de API-RP 579-1, para la determinación de la posibilidad de que el equipo falle en un tiempo determinado, o pueda funcionar en condiciones seguras. No obstante, al momento de realizar mediciones en campo; esta actividad dista mucho aún de ser una ciencia exacta, por más que las herramientas de END sean muy sofisticadas.

Extensas investigaciones se han llevado a cabo, para determinar los métodos más precisos, y grandes bases de datos se han compilado con el resultado de una muy amplia gama de estudios. Diversos métodos de análisis también se han empleado sobre esas bases de datos con el mismo fin de verificar la adecuación de distintos métodos para emplear los más convenientes para una medición en particular.

Hay que establecer también otro hecho fundamental: la mayoría de las evaluaciones se ejecutan usando como criterio normas de fabricación, que resultan hasta cierto punto conservadoras. API RP-579 utiliza factores del comportamiento mecánico de los materiales que permiten predecir con un alto grado de confiabilidad el margen de seguridad al momento de tomar la decisión de volver a poner operativo un equipo o sistema.

Una ventaja de la evaluación de daños de API RP-579 es que categoriza dichas evaluaciones en tres niveles diferentes. La decisión de ceñirse a su aplicación otorga una base técnica para realizar un monitoreo de las condiciones de servicio, al menos hasta el próximo paro programado o hasta la próxima inspección, bajo condiciones bien definidas, como por ejemplo presencia de hidrógeno, velocidad de corrosión, etc. Una de sus limitaciones inherentes es la necesidad de mediciones precisas de los defectos, lo que no es fácil de lograr, y usualmente resulta costoso.

Conclusión

Es importante que el personal a cargo de efectuar una evaluación API RP 579, debe poseer una preparación en Inspección No Destructiva con un máximo nivel de experiencia. Los procedimientos que involucran las prácticas de adecuación de servicio exigen un alto grado de preparación en el área de ingeniería de materiales para una evaluación adecuada.

¡Manténganse en sintonía, y sigamos cosechando muchos éxitos!

Referencias

  1. Práctica recomendada de API 579, aptitud para el servicio, servicios de publicación de API, primera edición, enero de 2000.
  2. British Estandar 7910, Guía sobre métodos para evaluar la aceptabilidad de fallas en estructuras metálicas, 1999, que incorpora la enmienda No. 1.1999,
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