Por: Franyi Sarmiento, Ph.D., Inspenet, 13 de junio de 2022
El fabricante japonés de maquinaria industrial Ebara está trabajando en un nuevo método para producir hidrógeno «turquesa», una versión del combustible potencialmente libre de emisiones, con el objetivo de comercializarlo alrededor de 2026 para aprovechar el impulso global hacia la descarbonización.
La mayor parte del hidrógeno producido se extrae de fuentes de combustible fósil mediante un proceso extremadamente contaminado por carbono.
Pero el hidrógeno turquesa se produce a partir del metano contenido en el gas natural y el biogás mediante un proceso de descomposición llamado pirólisis. El carbono producido en el proceso está en forma sólida, lo que significa que no se libera a la atmósfera.
La empresa, con sede en Tokio, se ha asociado con el Instituto Nacional de Ciencias de los Materiales, la Universidad de Shizuoka y el fabricante de materiales Taiyo Koko. El proyecto ha sido encargado por la Organización de Desarrollo de Nuevas Energías y Tecnologías Industriales, respaldada por el gobierno japonés.
El método actual extrae tanto el hidrógeno como el carbono en el mismo reactor. Ebara pretende extraerlos por separado, de modo que pueda obtener diferentes tipos de carbono sólido sin afectar a la producción de hidrógeno. Ya en la próxima primavera se iniciará un ensayo a gran escala.
El carbono sólido puede utilizarse en diversas aplicaciones, desde el negro de humo para reforzar los neumáticos hasta las fibras de carbono para coches y aviones.
“Estamos sopesando la posibilidad de asociarnos con fabricantes de carbono, ya que nuestro objetivo es empezar a vender carbono sólido de alta calidad”, señaló Shinya Yoshihama, responsable de marketing de Ebara.
La producción de hidrógeno también puede clasificarse como «verde», generar el combustible utilizando fuentes de energía renovables, o «azul», que implica la extracción a partir de combustibles fósiles y utiliza tecnología de captura y almacenamiento de carbono para mitigar las emisiones.
La producción de hidrógeno verde no genera dióxido de carbono, pero es costosa debido a la cantidad de energía necesaria, mientras que la dificultad de las instalaciones de almacenamiento de carbono sigue siendo un obstáculo para el hidrógeno azul.
El hidrógeno turquesa ha llamado la atención como una opción más económica para fabricar el combustible sin emisiones de carbono, dependiendo de la fuente de la electricidad utilizada en el calentamiento del metano.
Ebara, que fabrica bombas y otros equipos para sistemas de hidrógeno, lanzó en agosto del año pasado un proyecto empresarial de hidrógeno supervisado directamente por el presidente de la empresa. Considera que el hidrógeno turquesa es clave para su objetivo de contribuir a una «sociedad sostenible».
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