Equinor, la compañía energética estatal de Noruega, se enfrenta a una disputa legal con la autoridad fiscal Økokrim tras ser sancionada con una multa de 220 millones de coronas noruegas, junto con una reclamación de confiscación por 500 millones. El caso gira en torno a emisiones y vertidos ocurridos durante décadas en su planta de refinación en Mongstad.
Equinor cuestiona multa de Okokrim por emisiones históricas
Según la versión de la empresa, fue la propia Equinor la que identificó las desviaciones ambientales, realizó investigaciones internas exhaustivas y notificó a las autoridades de forma voluntaria. Posteriormente, implementó medidas para corregir las emisiones y vertidos detectados. La compañía afirma que el proceso ha sido completamente transparente y orientado al cumplimiento normativo.
Por su parte, Økokrim sostiene que los incidentes ambientales se debieron a una falta de mantenimiento adecuado de la infraestructura por un periodo prolongado, lo que habría permitido a Equinor reducir costes operativos. Sin embargo, la compañía rechaza rotundamente esta interpretación y alega que no se ha presentado evidencia concreta de negligencia penal.
El caso será resuelto en tribunales
Ante la falta de consenso, Equinor ha optado por impugnar la notificación de penalización y llevar el caso ante los tribunales. El bufete Hjort AS representará a la compañía en el proceso legal. La empresa asegura que seguirá cooperando con las autoridades y reafirma su compromiso con las prácticas responsables de gestión ambiental.
Este conflicto podría tener implicaciones importantes para la regulación del sector industrial en Noruega, al establecer precedentes sobre la responsabilidad corporativa frente a emisiones históricas. Mientras tanto, la refinería Mongstad permanece bajo escrutinio, en un contexto donde el cumplimiento ambiental adquiere cada vez mayor peso en la opinión pública y la política nacional.
Fuente y foto: Equinor