AIMPLAS refuerza la seguridad de materiales biobasados con bioensayos in vitro

AIMPLAS aplica bioensayos in vitro para detectar riesgos en materiales biobasados cuya complejidad impide una caracterización química completa.
Evalúan materiales biobasados con bioensayos in vitro

En los últimos años, el impulso hacia materiales más sostenibles ha llevado al desarrollo de compuestos obtenidos de fuentes renovables como almidones, subproductos agrícolas y procesos biotecnológicos. Estos materiales biobasados buscan sustituir alternativas derivadas del petróleo, especialmente en áreas como envases, cosmética o automoción. Sin embargo, su composición compleja presenta nuevos retos en términos de evaluación toxicológica.

Limitaciones del análisis químico convencional ante sustancias UVCB

Muchos de estos compuestos se consideran sustancias UVCB, es decir, mezclas con composición desconocida o variable. Debido a las técnicas utilizadas en su procesamiento —como fermentación, funcionalización o extracción— pueden surgir subproductos difíciles de caracterizar. Esto limita la eficacia de los análisis químicos convencionales, dificultando la identificación de riesgos potenciales para la salud.

Ante este panorama, los bioensayos in vitro emergen como una solución eficaz. Estos métodos permiten detectar efectos como citotoxicidad, mutagenicidad o estrés oxidativo incluso cuando la composición exacta del material es incierta. Además, al alinearse con los principios de las 3R, ofrecen una vía ética y reproducible frente a los tradicionales ensayos in vivo.

AIMPLAS, el Instituto Tecnológico del Plástico, ha integrado un conjunto de bioensayos validados por la OCDE para abordar esta problemática. Entre ellos se incluyen la prueba de Ames para mutagenicidad, el ensayo de micronúcleos y el ensayo cometa para daños en el ADN, así como evaluaciones celulares específicas. Esta batería de pruebas se adapta al tipo de material y a su aplicación final, lo que permite una evaluación proporcional al nivel de exposición.

Materiales biobasados y diseño seguro desde el laboratorio

Este enfoque se complementa con el concepto de Diseño Seguro y Sostenible (SSbD), que combina bioensayos con análisis químico no dirigido. Así, es posible identificar fracciones bioactivas y priorizar riesgos desde las primeras fases del desarrollo del material. Esto no solo incrementa la seguridad del producto final, sino que también anticipa posibles barreras regulatorias.

En materiales destinados al contacto alimentario, AIMPLAS aplica una estrategia basada en los criterios de la EFSA. Si se detecta una migración significativa de compuestos al alimento, se activa un protocolo de evaluación que incluye bioensayos específicos. Este modelo gradual permite ajustar los requisitos según el riesgo real de exposición.

Fuente y foto: AIMPLAS