La Organización de Investigación Científica e Industrial de la Commonwealth (CSIRO) ha desarrollado un proceso que representa un nuevo estándar para la minería responsable. Esta tecnología permite reciclar el cianuro utilizado en la recuperación de oro, disminuyendo su impacto ambiental y mejorando el rendimiento metalúrgico.
Oro y cianuro recuperables
Australia, segundo productor mundial de oro, enfrenta el desafío de mantener su liderazgo sin agravar la huella ambiental. En 2024, generó casi 300 toneladas del metal, con exportaciones valuadas en 34 mil millones de dólares australianos. El nuevo enfoque del CSIRO responde a la creciente presión por reducir los riesgos derivados del uso de sustancias tóxicas en los métodos tradicionales de lixiviación.
El proceso diseñado por los científicos Dr. Paul Breuer y Dr. Xianwen Dai permite recuperar el cianuro de los relaves, junto con otros compuestos valiosos como metales básicos y oro soluble que normalmente se pierden. Esta estrategia no solo minimiza el transporte y almacenamiento de productos peligrosos, sino que también representa un ahorro considerable para las operaciones mineras.

De laboratorio al terreno: la tecnología se alista para escalar
Tras una prueba piloto de un mes en laboratorio, el proceso alcanzó el nivel de preparación tecnológica 4. Actualmente, se busca colaboración con productores auríferos e ingenierías para iniciar pruebas en condiciones reales de operación. El objetivo: demostrar que la minería puede ser económicamente viable y ambientalmente segura.
CSIRO no es ajeno a los avances en minería limpia. En 2014, su equipo desarrolló un método para obtener oro sin cianuro utilizando tiosulfato. Aquella tecnología ya se implementa comercialmente a través de la empresa Clean Mining y también ofrece soluciones para la minería artesanal.
Fuente y foto: CSIRO