Una prueba de cohete demuestra que las bacterias sobreviven al lanzamiento

Un equipo internacional liderado por investigadores australianos ha demostrado, a tráves de una prueba de cohete, que ciertas bacterias beneficiosas para la salud humana pueden…

Un equipo internacional liderado por investigadores australianos ha demostrado, a tráves de una prueba de cohete, que ciertas bacterias beneficiosas para la salud humana pueden soportar las condiciones extremas de un viaje espacial, incluyendo aceleraciones de hasta 30 g y microgravedad prolongada.

La prueba de cohete microbiana que resiste el espacio

El estudio, desarrollado por la Universidad RMIT en colaboración con ResearchSat y Numedico Technologies, evaluó el comportamiento de esporas de Bacillus subtilis tras ser lanzadas al borde del espacio en un cohete sonda desde Suecia. Esta bacteria, conocida por su rol en la salud intestinal y el sistema inmunológico, fue expuesta a aceleraciones intensas, ingravidez de más de seis minutos y reingreso atmosférico violento.

Los resultados fueron sorprendentes: las esporas no presentaron alteraciones en su estructura ni en su capacidad de crecimiento una vez recuperadas. Esto confirma su viabilidad como parte de futuros sistemas de soporte vital en misiones prolongadas fuera de la Tierra.

La coautora del estudio, la profesora Elena Ivanova, destacó que el hallazgo permite avanzar en el diseño de hábitats espaciales que dependan de microbios para mantener la salud de los astronautas. «Nuestra investigación muestra que estos organismos pueden sobrevivir a condiciones que simulan vuelos a Marte, lo que amplía las posibilidades de colonización humana en otros planetas».

Por su parte, la profesora Gail Iles subrayó que el conocimiento generado también puede orientar el desarrollo de nuevas misiones científicas para detectar formas de vida fuera de la Tierra, así como aplicaciones médicas y biotecnológicas en ambientes extremos.

El experimento contó con el soporte de un sistema de microtubos impresos en 3D diseñado por ResearchSat y la infraestructura de lanzamiento de la Agencia Espacial Sueca. La manipulación y análisis de las muestras se realizó en las instalaciones avanzadas de microscopía de RMIT, capaces de estudiar cambios estructurales a escala nanométrica.

Esta investigación no solo allana el camino para viajes tripulados interplanetarios más seguros, sino que también sienta las bases para el uso de microorganismos en el desarrollo de terapias antibacterianas y soluciones en biotecnología adaptadas a ambientes extremos.

Fuente y foto: EurekAlert