Una nueva tecnología de Shell podría cambiar radicalmente la manera en que se cargan los vehículos eléctricos. El desarrollo de un fluido térmico de última generación, denominado Shell EV-Plus, promete recargar baterías del 10% al 80% en menos de 10 minutos sin comprometer la seguridad ni la vida útil de las celdas.
Fluido Shell acelera la carga de autos eléctricos
El avance fue posible gracias al trabajo conjunto entre Shell Lubricants y RML Group, una empresa británica especializada en innovación automotriz. Juntos diseñaron un paquete de baterías de 34 kWh que incorpora este fluido térmico basado en tecnología de conversión de gas a líquido (GTL). Esta combinación permite tolerar corrientes de carga más altas con un control térmico preciso.
En condiciones óptimas, un vehículo liviano y aerodinámico que consuma 10 km/kWh podría recuperar hasta 24 kilómetros de autonomía por cada minuto conectado al cargador. Esta cifra supera ampliamente los 5 km por minuto típicos de muchos modelos actuales, representando una mejora significativa en autonomía por tiempo de carga.
La clave del rendimiento está en la capacidad del fluido Shell EV-Plus para llenar todos los espacios dentro del paquete de baterías, maximizando el contacto con cada celda y asegurando una transferencia térmica eficiente. Su naturaleza no conductiva permite mantener la seguridad eléctrica mientras se gestiona el calor generado durante la carga rápida.
Seguridad y diseño más compacto
Además de acortar tiempos de carga, este avance permite diseñar paquetes de baterías más compactos, con menos componentes y una mayor estabilidad térmica. Esto se traduce en sistemas de propulsión más simples, rentables y seguros, adecuados para la próxima generación de vehículos eléctricos.
Shell mostrará esta innovación en octubre durante The Battery Show North America en Detroit, uno de los eventos más relevantes del sector. La iniciativa refuerza su apuesta por la electrificación del transporte y el desarrollo de soluciones que impulsen la adopción masiva de vehículos eléctricos en todo el mundo.
Fuente: Shell
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