Inversión en resiliencia climática y tecnologías extremas

Las inversiones en mitigación avanzan, pero la adaptación climática ofrece aún un gran potencial para resiliencia y rentabilidad sostenible.
Inversiones en mitigación y resiliencia climática en ciudades sostenibles

El calentamiento global, el aumento del nivel del mar y la intensificación de eventos climáticos extremos ya no son amenazas lejanas, sino tristes realidades. Si bien la inversión de impacto y los esfuerzos de mitigación han aumentado en los últimos años, la adaptación sigue estando crónicamente subfinanciada. Afortunadamente, tanto los gobiernos como los inversionistas privados comprenden hoy mejor la importancia estratégica y la rentabilidad de invertir en soluciones de adaptación, por ejemplo, a través de programas de fortalecimiento de capacidades y tecnologías climáticas. Por ejemplo, tomemos un país como India, con una gran población, una economía en crecimiento y una alta vulnerabilidad climática: las inversiones en mitigación se han disparado, alcanzando cerca de 4.700 millones de dólares en 2023, pero el financiamiento para adaptación sigue siendo alarmantemente bajo, con solo 899 millones de dólares desplegados hasta la fecha en todos los sectores de resiliencia, lo que representa una gran oportunidad.

Enmarcando el dilema del inversionista

La adaptación desafía una categorización simple: abarca desde insumos agrícolas hasta infraestructura, plataformas tecnológicas y productos de seguros. A diferencia de los proyectos de créditos de carbono, donde el cálculo de toneladas permite una valoración cuantitativa clara, las inversiones en adaptación requieren métricas personalizadas que reflejen daños evitados, mejoras en productividad y fortalecimiento de la resiliencia comunitaria.

Sin embargo, el razonamiento macroeconómico es contundente: el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que para 2030 se necesitarán billones de dólares anualmente para construir sistemas resilientes al clima. La oportunidad de negocio tanto para inversionistas como emprendedores es enorme.

Basta considerar que el estrés térmico por sí solo reduce la productividad laboral en centros de manufactura clave. Además, el fracaso de cultivos amenaza un tercio del suministro calórico global, y la escasez de agua socava el crecimiento urbano y fomenta conflictos tanto interestatales como intercomunitarios en todo el mundo —desde Etiopía, Egipto y Sudán, hasta República Dominicana y Haití. Cada uno de estos desafíos exige innovaciones listas para el mercado que generen resiliencia y rentabilidad en el corto y mediano plazo.

Cómo aprovechar la oportunidad de adaptación

Para convertir la oportunidad en acción, los inversionistas pueden aplicar un marco de decisión de cuatro pilares para evaluar soluciones potenciales según:

  • Su alineación con los riesgos climáticos (ej. olas de calor, inundaciones)
  • El grado de reducción de sensibilidad (protección de personas, activos o ecosistemas)
  • El punto de intervención (sistemas de alerta temprana vs respuesta y recuperación)
  • El perfil de la empresa (startup vs operador establecido)

Este enfoque estructurado ayuda a priorizar segmentos con alto impacto y propuestas de valor claras, donde los ingresos se derivan directamente de los resultados de resiliencia.

Temas de adaptación con alto potencial

Según el tamaño del mercado, la madurez tecnológica y el respaldo político, destacan las siguientes áreas:

  • Sistemas alimentarios sostenibles: El clima errático y el estrés hídrico amenazan los rendimientos de cultivos. Modelos de inversión incluyen semillas inteligentes, riego de precisión y redes de cadena de frío descentralizadas para reducir pérdidas postcosecha.
  • Soluciones de refrigeración sostenible: El aumento de las temperaturas impulsa la demanda de refrigeración sin agravar la presión energética. Tecnologías como refrigeración descentralizada y almacenamiento en frío con energía solar ofrecen oportunidades atractivas.
  • Acceso al agua: Con las fuentes de agua dulce bajo presión, tecnologías como unidades de purificación descentralizadas, reciclaje de aguas residuales y generación atmosférica de agua están cerca de escalar comercialmente, ofreciendo retornos sociales y financieros.
  • Infraestructura adaptativa: Desde viviendas modulares para migrantes climáticos hasta corredores de transporte resistentes a tormentas, materiales innovadores, técnicas de prefabricación y construcción 3D en sitio pueden acelerar el desarrollo resiliente optimizando costos.
  • Datos, analítica y financiamiento para resiliencia: Sistemas de alerta temprana, seguros paramétricos y plataformas de inteligencia climática se consolidan como herramientas críticas. Empoderan a gobiernos, empresas y comunidades para planificar y responder, abriendo nuevas fuentes de ingresos para proveedores tecnológicos.

Movilizando capital y alianzas

Instituciones de financiamiento para el desarrollo —como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo— han liderado los primeros acuerdos de adaptación. Sin embargo, la siguiente ola de crecimiento será impulsada por inversionistas corporativos estratégicos que buscan cubrir riesgos físicos en sus activos. Como socios de capital y clientes ancla, los inversionistas de impacto pueden validar soluciones innovadoras y acelerar su escalamiento y rentabilidad.

La aparición de vehículos de inversión enfocados en adaptación, estructurados como fondos de capital privado temáticos, puede catalizar el flujo de capital hacia segmentos emergentes. Al combinar subsidios concesionales con mecanismos de reparto de riesgo, estos vehículos reducen la exposición para los inversionistas comerciales y permiten inversiones de mayor escala con el tiempo.

Además, innovar combinando adaptación con mitigación por ejemplo, restauración de ecosistemas (que captura carbono) junto a defensas contra inundaciones permite diversificar ingresos y alinear objetivos de resiliencia con incentivos de mercados de carbono.

Conclusión

El financiamiento para la adaptación representa un segmento crucial, pero poco atendido, dentro del mercado más amplio de financiamiento climático. Al aplicar un marco de decisión riguroso, los inversionistas pueden identificar proyectos con potencial tanto de generar impacto en resiliencia como de alcanzar éxito comercial. Enfocarse en cinco temas centrales, estructurar instrumentos de capital mixto, involucrar socios corporativos estratégicos y vincular la adaptación con la mitigación puede acelerar el flujo de capital privado hacia soluciones que protejan vidas, medios de vida y valor a largo plazo.

En un mundo más cálido y volátil, la adaptación es tanto un imperativo como una frontera de innovación, donde los inversionistas astutos pueden generar retornos sostenibles mientras construyen un futuro más resiliente.


Este artículo fue desarrollado por el especialista Enzo Di Taranto y publicado como parte de la quinta edición de la revista Inspenet Brief Agosto 2025, dedicada a contenidos técnicos del sector energético e industrial.