
SHINE Technologies ha presentado una tecnología de separación química mediante contactores centrífugos, diseñada para poder reciclar combustible nuclear usado, ya que permite recuperar selectivamente actínidos como uranio y plutonio, materiales con potencial energético. Este método busca optimizar el ciclo del combustible y reducir los residuos radiactivos, lo que disminuye tanto el impacto ambiental como los desafíos logísticos asociados a su almacenamiento prolongado. De esta manera, la propuesta se enmarca dentro del concepto de ciclo cerrado del combustible, un enfoque ampliamente discutido en el ámbito científico nuclear.
Recuperación energética y eficiencia del ciclo del combustible
La tecnología de SHINE permite recuperar hasta un 90% de la energía remanente en el combustible nuclear irradiado, superando ampliamente el rendimiento del ciclo abierto convencional. Gracias a este avance, se promueve la sostenibilidad de la energía nuclear al reducir tanto la necesidad de recursos primarios como la acumulación de residuos de alta actividad. Además, al poder reutilizar materiales fisionables en reactores térmicos o rápidos, esta tecnología refuerza el papel de la energía nuclear en un sistema energético más limpio y resistente.
Impulso institucional y perspectivas para la industria nuclear
El Departamento de Energía de EE.UU. apoya esta innovación mediante financiamiento estratégico para escalar la tecnología hacia su aplicación industrial, dado que SHINE ya ha completado con éxito una fase piloto que confirma la viabilidad operativa del proceso de separación. Según las proyecciones, esta tecnología se integrará en el ciclo de combustible de reactores avanzados, incluyendo los de IV generación, lo que permitirá un suministro energético nuclear más seguro y eficiente. De este modo, estas iniciativas no solo mejoran la competitividad tecnológica de EE.UU., sino que también fortalecen su posición en la economía nuclear global.

Noticias de interés adicional
CWP se encargará de las cimentaciones para el parque eólico Formosa 4 en Taiwán
La compañía taiwanesa Century Wind Power (CWP) ha sido seleccionada por SRE para fabricar 35 cimentaciones tipo jacket que serán utilizadas en el parque eólico marino Formosa 4, ubicado frente a la costa de Miaoli, Taiwán. Este encargo representa un avance significativo en el fortalecimiento de la cadena de suministro local, con una producción que se llevará a cabo en las instalaciones de CWP en el puerto de Taichung. El contrato contempla una entrega escalonada entre 2026 y 2027, con una capacidad instalada prevista de 495 MW, lo que podría abastecer a unos 500.000 hogares.
Taiwán refuerza su papel estratégico en la transición energética asiática con el proyecto Formosa 4, demostrando así su confianza en la capacidad industrial local. Desarrollado por una alianza entre SRE, TotalEnergies y Corio Generation, este proyecto avanza en línea con los objetivos gubernamentales de expandir las energías renovables. Además, la adjudicación a CWP consolida su posición como proveedor de componentes eólicos offshore, y fomenta el empleo especializado y el desarrollo tecnológico regional.
Floatel Triumph prestará servicios en Australia a partir de 2026
La unidad flotante de alojamiento Floatel Triumph ha sido contratada por una importante empresa energética internacional para operar en Australia Occidental durante el segundo trimestre de 2026, según anunció Floatel International. El acuerdo prevé el despliegue de esta embarcación semisumergible para apoyar las actividades de mantenimiento en instalaciones offshore, aunque el nombre del contratante se mantiene confidencial. Cabe destacar que el contrato incluye opciones de extensión, lo que podría indicar un compromiso a más largo plazo entre las partes.
La Floatel Triumph, diseñada especialmente para operar en ambientes severos, integra alojamiento de alta capacidad para 500 personas con tecnología avanzada que incluye sistemas de posicionamiento dinámico, grúas offshore y pasarelas telescópicas que garantizan conexiones seguras a plataformas. Esta unidad, construida en 2016 bajo bandera de las Islas Marshall, acumula experiencia en proyectos importantes en el Mar del Norte y el Golfo de México, lo que demuestra su versatilidad. Su próxima operación en Australia amplía el alcance global de la empresa y confirma, al mismo tiempo, la demanda creciente de soluciones de hospedaje marítimo robustas y eficientes.
NASA mejora pruebas en túneles de viento con pintura sensible a la presión
La NASA ha comenzado a utilizar pintura sensible a la presión (PSP, por sus siglas en inglés) para evaluar con mayor precisión el comportamiento del flujo de aire sobre modelos en sus túneles de viento. Esta técnica permite obtener mapas detallados de distribución de presión sobre la superficie de prototipos, mejorando significativamente la calidad de los datos respecto a métodos tradicionales. El centro de investigación Ames, en California, es uno de los principales sitios donde se ha implementado esta herramienta, la cual facilita visualizar en tiempo real cómo las fuerzas aerodinámicas afectan las estructuras en pruebas.
Gracias a la fluorescencia de la pintura, que varía según la presión, los ingenieros pueden analizar incluso variaciones sutiles en los modelos sin necesidad de dispositivos intrusivos como sensores físicos. Esta innovación reduce el tiempo de ensayo y los costos asociados, mejorando el diseño de aeronaves, cohetes y vehículos espaciales. Así mismo, representa un paso importante en el desarrollo de tecnologías más limpias y eficientes, alineándose con los objetivos de reducción del impacto ambiental en la industria aeroespacial.
Enterrar madera: una solución efectiva para frenar el calentamiento global
Un equipo de investigadores ha propuesto una técnica sencilla y de bajo costo para reducir el dióxido de carbono atmosférico: enterrar restos de madera provenientes de bosques gestionados. El estudio, publicado en Nature Geoscience, estima que esta práctica podría eliminar entre 770 y 937 gigatoneladas de CO₂ en los próximos 76 años, lo que supondría una disminución en la temperatura global de hasta 0,42 °C. El método consiste en conservar la madera a unos dos metros de profundidad, donde la falta de oxígeno impide su descomposición y la consecuente liberación de gases contaminantes.
Esta propuesta combina beneficios climáticos con ventajas operativas y económicas para diversas regiones. Como ejemplo ilustrativo, Estados Unidos podría lograr emisiones netas cero para 2050 mediante el enterramiento del 66% de los residuos forestales gestionados. Dicha medida reduciría simultáneamente el riesgo de incendios al eliminar material combustible, al tiempo que permitiría a comunidades rurales e instituciones académicas acceder al mercado de créditos de carbono. Los expertos destacan su implementación económica y fácil adaptación a distintos entornos, desde zonas urbanas hasta áreas agrícolas y campus universitarios.
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