DS Smith ha activado una caldera de biomasa en su fábrica de papel en Rouen, como parte de una inversión de 90 millones de euros destinada a eliminar el uso de carbón y reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Esta infraestructura permitirá procesar cerca de 94.000 toneladas de biomasa al año, eliminando la dependencia de combustibles fósiles y avanzando hacia los objetivos de emisiones Net Zero.
Caldera de biomasa impulsada por residuos locales
La biomasa que alimentará la caldera proviene de residuos industriales y municipales de madera, como muebles desechados y restos de construcción. Un 70% de estos residuos provienen del área metropolitana de París y el 30% restante de Normandía.
Además, se integrarán subproductos generados durante la producción de papel. Esta estrategia evitará que unas 70.000 toneladas de madera acaben en vertederos cada año.
Apoyo institucional y colaboración público-privada
El proyecto fue aprobado por el Plan Regional de Biomasa en 2022 y recibió un subsidio de 15 millones de euros de la Agencia Francesa para la Transición Ecológica (ADEME). La iniciativa está alineada con la Ley de Industria Verde de Francia y el Plan Industrial del Pacto Verde Europeo. Su ejecución requirió nueve años de planificación conjunta con autoridades locales y socios industriales.
Engie Solutions se encargará de la operación de la caldera y se prevé incorporar una turbina de vapor para generar hasta 10 MW de electricidad. Este avance subraya el compromiso compartido de impulsar una industria baja en carbono y demuestra el potencial de la biomasa como fuente de energía escalable y sostenible.
Francia, líder en infraestructura para la economía circular
La puesta en marcha de la caldera refuerza la posición de Francia como referente en energía renovable gracias a su infraestructura de reciclaje de madera y marcos regulatorios estables desde 2011. Este entorno ha facilitado inversiones relevantes en energía limpia.
DS Smith planea replicar el modelo de Rouen en otras ubicaciones, demostrando cómo la valorización de residuos puede satisfacer necesidades industriales y ambientales. El proyecto representa un modelo de transición energética pragmática, complementario a soluciones como el hidrógeno y la electrificación.
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Fuente y foto: DS Smith
