La contaminación por plásticos sigue siendo uno de los desafíos ambientales más apremiantes, pero un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern ha desarrollado un proceso innovador para el reciclaje de PET (polietileno tereftalato), el plástico más utilizado en botellas y envases. Este avance se basa en el uso de aire y humedad para descomponer el plástico de manera rápida, económica y respetuosa con el medio ambiente.
Los métodos convencionales para reciclar plásticos suelen ser costosos, requieren disolventes y generan subproductos tóxicos. Además, muchos de estos procesos no logran recuperar los materiales de manera eficiente, lo que limita su efectividad y su capacidad para ser escalados industrialmente. En este contexto, los investigadores de Northwestern han encontrado una alternativa más limpia y rentable.
Una técnica innovadora para descomponer el PET
El nuevo proceso utiliza un catalizador económico a base de molibdeno y carbón activado para romper los enlaces químicos del PET, transformándolo en monómeros, los componentes básicos de los plásticos. Una vez que el PET se descompone, los fragmentos resultantes son expuestos al aire, donde la humedad presente en la atmósfera ayuda a convertirlos en tereftalato de polietileno (TPA), una sustancia valiosa que puede reutilizarse para crear nuevos productos de PET o materiales más valiosos.
Este método es efectivo, más seguro y rápido que los procesos convencionales. En pruebas realizadas en laboratorio, los investigadores lograron recuperar el 94% del TPA en solo cuatro horas, sin generar subproductos peligrosos.
Beneficios de un proceso sin disolventes
Una de las características más destacadas de este nuevo enfoque es su sostenibilidad. Al prescindir de disolventes y químicos agresivos, el proceso es más limpio y menos intensivo en energía. La humedad del aire, un recurso disponible de manera natural y en grandes cantidades, es suficiente para llevar a cabo la reacción química, lo que reduce aún más la huella ambiental del proceso.
Este avance también significa que el reciclaje de plásticos PET podría realizarse sin necesidad de preclasificar los materiales. Esto ofrece una ventaja económica significativa, ya que la industria del reciclaje podría procesar plásticos mixtos sin necesidad de separarlos previamente, lo que abarata los costos operativos.
El futuro del reciclaje de PET
Los investigadores de Northwestern planean llevar este proceso a una escala industrial, lo que podría cambiar la forma en que manejamos los residuos plásticos a nivel global. Al optimizarlo para aplicaciones a gran escala, buscan reducir la cantidad de plástico que termina en vertederos y mares, contribuyendo a un futuro más limpio y sostenible.
Este avance, publicado en la revista Green Chemistry de la Royal Society of Chemistry, es un ejemplo claro de cómo las nuevas tecnologías pueden abordar de manera efectiva el problema de los plásticos, uno de los más urgentes en el medio ambiente.
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Fuente: Northwestern University
Foto: Shutterstock