Por: PhD. Franyi Sarmiento, Inspenet, 15 de febrero 2022
Las empresas petroleras en Texas, Nuevo México y Dakota del Norte han rentabilizado sus mejores locaciones y el sector petrolero observa que su actividad petrolera está dejando de dar beneficios.
Actualmente, el precio del petróleo Brent se sitúa por encima de los 95 dólares el barril, un máximo histórico desde el 2014. Expertos predicen que podría superar los 110 dólares, mientras que Goldman Sachs prevé un nuevo pico de demanda mundial este año.
De acuerdo con un informe del Wall Street Journal, si las grandes petroleras mantienen su producción a un nivel estable podrían continuar operando una o dos décadas, pero si aumentan su producción en un 30% anual por la demanda, se quedarían sin pozos de primer nivel en unos pocos años.
Si no se quieren agotar los pozos en operación durante esta década, las principales empresas petrolíferas deberán rebajar la producción o ya no tendrán la capacidad suficiente para dominar el mercado. Tanto el gobierno de Estados Unidos como los altos precios del petróleo están impulsando a estas empresas del fracking a aumentar su producción.
Actualmente, la escalada en el precio Brent ha llevado a que la producción esté en unos 11,5 millones de barriles por día y se calcula que crezca un 5,4% para 2022. Todavía por debajo del máximo de 13 millones de barriles al día, pero sin previsión de ralentizarse pese a que las reservas no tienen tanto margen de explotación.
En el caso de Pioneer Natural Resources, uno de los mayores productores de petróleo en Texas y Nuevo México, planea aumentar la producción un 5%. Pero se da la situación que hace unos años tuvo incrementos de entre el 19% y el 27%, pese a que el barril estaba más barato. “Simplemente no puedes hacer crecer la producción un 15 o 20% al año. Se quedarán secos los inventarios. Incluso en las buenas empresas”, explica uno de sus ejecutivos. Incluso aunque el barril supere los 100 dólares, calculan que las empresas petrolíferas solo podrán aumentar entre un 2% o un 3% al año.
Si el petróleo sigue subiendo, en poco más de 5 años podrían no quedar reservas. Según un análisis de la firma Flow Partners consultada por el WSJ, si las principales empresas petroleras aumentaran su producción un 15% anual debido a la alta demanda y los altos precios, las reservas se agotarían en 6 años. Si bien este cálculo está siendo cuestionado, algunas compañías argumentan que mediante avances tecnológicos y técnicos podrían extender ligeramente la vida de sus pozos.
Según apunta la firma Wood Mackenzie, para 2025 la producción de petróleo se estancará. Pese a que el precio del petróleo ha vuelto a repuntar, el futuro de esta industria sigue teniendo un futuro incierto.