La NASA y la Agencia de Protección Ambiental (EPA) han integrado por primera vez datos detallados, con la herramienta EJScreen, ampliamente utilizada para la detección de la contaminación atmosférica por NO2, para lograr una futura reducción de las desigualdades en la calidad del aire, en comunidades densamente pobladas en todo Estados Unidos.
El grave avance de la contaminación atmosférica por NO2
El acceso a datos precisos y localizados sobre NO2 permitirá a organizaciones como la Baltimore Transit Equity Coalition comprender mejor los desafíos relacionados con la calidad del aire y abogar de manera más efectiva por la salud y el bienestar de los residentes de sus comunidades. Antes de esta actualización, EJScreen incluía información sobre otros contaminantes, como el ozono y las partículas finas, pero carecía de datos específicos sobre NO2, un contaminante conocido por sus efectos perjudiciales en la salud respiratoria, especialmente en niños y adultos mayores.
El director del programa de Salud y Calidad del Aire de la NASA, John Haynes, explicaba la importancia de esta colaboración con la EPA, que refleja el compromiso de la NASA de utilizar sus capacidades en ciencias de la Tierra para enfrentar desafíos sociales críticos. La incorporación de datos de NO2 en EJScreen es un ejemplo del valor de las observaciones espaciales, que funcionan como recurso esencial para la justicia ambiental y la salud pública.
El dióxido de nitrógeno, que se libera al quemar combustibles fósiles, contribuye a la formación de ozono a nivel de superficie. A menudo, los suburbios ubicados cerca de las fuentes de emisiones, como carreteras y fábricas, están expuestas al NO2 a niveles desproporcionadamente altos, lo que agrava las desigualdades en materia de salud. Un reciente estudio respaldado por la NASA reveló que más de 150,000 almacenes en los Estados Unidos, ubicados mayormente en comunidades marginadas, aumentan los niveles locales de NO2, exacerbando estas disparidades.
La solución ante el riesgo del dióxido de nitrógeno
El investigador de contaminación del aire en la Universidad George Washington y coautor del estudio, Gaige Kerr, resaltó que el NO2 tiene una vida útil muy corta en el aire, lo que se traduce a que sus concentraciones son más elevadas en las áreas donde se emite. Según Kerr, la inclusión de estos datos en EJScreen democratiza el acceso a información crítica sobre la calidad del aire, facilitando su comprensión por parte del público general.
El EJScreen utiliza datos del Instrumento de Monitoreo de Ozono (OMI) en el satélite Aura de la NASA, junto con modelos computacionales, para ofrecer estimaciones anuales del promedio de NO2 a nivel de bloques censales. Estos datos revelan la cantidad de NO2 presente a nivel de superficie al que pueden estar expuestas las personas en sus vecindarios.
Por otro lado, la especialista en protección ambiental de la EPA y líder de EJScreen, Tai Lung, subrayó que la consistencia de los datos proporcionados por la NASA en todo el territorio estadounidense es invaluable para identificar y mapear los impactos desproporcionados en las comunidades vulnerables.
Este conjunto de datos fue desarrollado con la colaboración de la Universidad George Washington, la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle, y la Universidad Estatal de Oregón en Corvallis. Todo esto, gracias a una subvención de la NASA al equipo Tiger de Datos Satelitales para la Justicia Ambiental, se trabajó estrechamente con la EPA para asegurar la precisión y relevancia de la información incorporada en EJScreen.
Los instrumentos de investigación de la NASA
La NASA utiliza una serie de instrumentos en satélites, aviones y estaciones terrestres para recolectar continuamente datos sobre contaminantes atmosféricos. Los científicos apoyados por la NASA, junto con otros investigadores, monitorean los orígenes, niveles y movimientos atmosféricos de estos contaminantes. Además, su investigación proporciona datos vitales que pueden orientar los estándares de calidad del aire, influir en políticas públicas y guiar las regulaciones gubernamentales, con el principal objetivo de mejorar la calidad de vida de la población.
El instrumento TEMPO y su alcance. Fuente: NASA Langley Research Center
El satélite Aura ha sido fundamental en estos esfuerzos. En el futuro, el equipo de investigación podría explorar la utilización de datos del nuevo instrumento TEMPO de la NASA, que fue lanzado en 2023 y ofrece mediciones diurnas cada hora. Este avance podría potenciar aún más la herramienta de la EPA, proporcionando información más detallada sobre los niveles de contaminación a lo largo del día y apoyando una gestión más proactiva de la calidad del aire.
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Fuente: NASA Science
Foto: NASA Langley Research Center